El Ateneo de Madrid homenajea en su centenario a Echegaray, el "gran olvidado" primer premio Nobel español

El Ateneo de Madrid homenajea en su centenario a Echegaray, el "gran olvidado" primer premio Nobel español
El Ateneo de Madrid homenajea en su centenario a Echegaray, el "gran olvidado" primer premio Nobel español
EUROPA PRESS
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"Este centenario no tendría que pasar desapercibido. Si bien es cierto que Echegaray no está totalmente olvidado, no tiene las dimensiones populares que merecería una figura de primer orden. Si alguien se pasa por la tumba en San Isidro, verá que el aspecto no es el de ser muy frecuentada", ha lamentado Alejandro Díez Torre, uno de los coordinadores de este homenaje.

Ingeniero, profesor, literato o físico, Echegaray (presidente del Ateneo de Madrid en 1898) representó la idea de 'hombre total' y "alcanzó la excelencia" en todos los campos que abordó. "Fue una figura muy amplia e innovadora y un genio entre dos aguas: las ciencias y las humanidades", ha señalado Díez, quien a modo de destacar su importancia pasada recuerda cómo la figura de Echegaray presidía los billetes de 1.000 pesetas.

A pesar del éxito internacional --sus obras eran representadas en París o Berlín e incluso llegaban "al sitio más recóndito de las pampas argentinas"-- que le llevó a ganar ese premio Nobel en literatura, quizás uno de los motivos que han originado este actual olvido es la "desaprobación" que había en torno a su figura por parte de un grupo de intelectuales.

CONTRA LA GENERACIÓN DEL 98

"Cuando le dieron el Nobel algunos no se alegraron y una cierta clase intelectual incluso se manifestó en contra. ¿Dónde se ha visto eso?", ha cuestionado Díez, tras apuntar a la Generación del 98 como uno de los principales responsables. "También el desconocimiento de la Historia de España el hecho de que Echegaray fuera un tardorromántico han empujado en esta dirección", ha lamentado.

Por su parte, cuestionado por la falta de apoyos institucionales, otro de los organizadores del ciclo, Daniel Pacheco, no ha descartado futuras ayudas económicas en este tiempo que queda de centenario. "Todavía estamos a tiempo", ha señalado con humor, tras ser comparados los actos de este centenario con los de Cela, que el pasado miércoles recibieron el respaldo de los Reyes y cuentan con desgravaciones fiscales.

Los actos de homenaje a Echegaray en el Ateneo darán comienzo el miércoles 14 de septiembre con una conferencia en torno a su labor "polifacética" y se irán sucediendo distintas intervenciones a lo largo del mes abordando cada una de sus especialidades. Además, el jueves 29 de septiembre habrá un concierto homenaje a cargo de la Fundació Operística de Navarra y el martes 4 de octubre se clausurará el centenario con la participación de los expertos Federico Mayor Zaragoza y José Manuel Sánchez Ron.

AUTOR PROLÍFICO

Echegaray, hermano del también dramaturgo y académico Miguel Echegaray (1848-1927), pasó su infancia en Murcia y en 1848 ingresó en la Escuela de Caminos de Madrid, en la que se licenció, como número uno de su promoción, en 1853, permaneciendo durante varios años como profesor de diversas materias.

El prolífico autor continuó publicando estudios de matemáticas y de física, por los que ingresó en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales el 11 de marzo de 1866, entidad de la que fue presidente (1894-1896; 1902-1916).

Además, en las Cortes de 1869 fue designado director general de Obras Públicas. Ese mismo año fue nombrado ministro de Fomento, cargo que ocupó hasta 1871 y al que regresó en 1872, antes de ocupar el ministerio de Hacienda en diversos períodos.

Al margen de la política, Echegaray participó activamente en la vida cultural de la época. Figuró entre los socios fundadores de la Institución Libre de Enseñanza, a la cual apoyó económicamente y en la que participó con la lectura de distintas conferencias. Presidió en 1898 el Ateneo de Madrid, la Real Sociedad Española de Física y Química en 1903, y la Asociación de Escritores y Artistas Españoles entre 1903 y 1908.

No obstante, el teatro fue la ocupación que marcó decisivamente la biografía de Echegaray tras el estreno de su primer drama, 'El libro talonario', el 18 de febrero de 1874. Desde esa fecha y durante más de treinta años, Echegaray ocupó con éxito los escenarios con obras como 'El gran Galeoto' (1881), 'En el puño de la espada' (1875) o 'Mancha que limpia (1895)', entre otras.

Obtendría el Premio Nobel de Literatura en 1904 y, ya liberado de sus tareas gubernamentales, volvió a sus ocupaciones vocacionales. Falleció en Madrid a los ochenta y cuatro años de edad.

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