Cartagena, punto de partida de la leyenda de un vampiro que sembró el pánico por toda España

Gómez es el autor de 'El vampiro de Cartagena', una novela de la Editorial Huerga y Fierro en la que narra las andanzas de este vampiro que, supuestamente, desembarcó a bordo de su féretro en el Puerto de Cartagena en 1912, en plena I Guerra Mundial, según una leyenda que no se sabe cuando, como ni donde nació.

El sarcófago permaneció unos días en la aduana de la Estación Marítima de Cartagena sin que nadie pasara a recogerlo, hasta que un buen día fue reclamado desde La Coruña. Fue remitido allí y en el trayecto ocurrieron una serie de hechos "insólitos", tal y como rememora este escritor barcelonés.

Por ejemplo, cuando el cofre del difunto pasó por Alhama de Murcia, una niña falleció de anemia perniciosa atribuyéndose el hecho a haber sido poseída por un vampiro. El ataúd también hizo escala por la noche en Toledo y Santillana del Mar (Cantabria) donde ocurrieron "desapariciones y tempestades".

Cuando el ataúd llegó a La Coruña nadie fue a recogerlo, por lo que tuvo que ser devuelto a Cartagena en un nuevo itinerario de "desastres naturales y fallecimientos". En Cartagena, pasado un tiempo fue enterrado en uno de los dos cementerios que poseía la ciudad sin que existan pruebas del lugar de esa tumba.

En Cartagena, Gómez novela esta historia en clave de humor satírico valiéndose de un personaje que encarna el papel de un sacerdote cazador de vampiros, equipado con la tradicional estaca y las cabezas de ajo. Durante el relato, el autor no desvela nada del misterioso protagonista, del que solo se describen los efectos que deja a su paso.

En declaraciones a Europa Press, Gómez explica que la historia del vampiro "es falsa pero atractiva" y "en poco tiempo ha calado en el folklore de la Región de Murcia por su originalidad". De hecho, confirma que expertos "upirólogos" han intentado buscar pruebas y les ha sido imposible hallar datos y al intentar localizar la tumba del vampiro han fracasado.