EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS SE POSICIONA SOBRE LA TAUROMAQUIA TRAS LA SENTENCIA DEL CONSTITUCIONAL

El Congreso de los Diputados se pronunciará el próximo martes sobre la tauromaquia, pocos días después de la sentencia del Tribunal Constitucional que anula la ley del Parlamento de Cataluña por la que se prohibieron las corridas de toros en esa comunidad autónoma.
El fundamento de esa sentencia es que la tauromaquia está declarada como patrimonio cultural, y por ello la prohibición de las corridas de toros por parte del Parlamanto de Cataluña invade competencias estatales.
El martes la Comisión de Cultura del Congreso debatirá y votará una proposición no de ley de ERC en la que se pide, entre otras cosas, la derogación de esa declaración. Argumenta que las corridas de toros son espectáculos violentos donde, tras el supuesto "arte" de picadores, banderilleros y toreros se lleva a cabo la tortura de los animales con instrumentos de acero cortantes hasta su sangrante muerte, con la única finalidad de servir de diversión a los espectadores.
TORTURA
La tortura del animal y su "preparación para el espectáculo", explica ERC en la exposición de motivos, comienza 24 horas antes de la corrida propiamente, cuando se encierra a oscuras al toro, de manera que al soltarlo a la plaza trate de huir dando una imagen de mayor ferocidad.
Por otro lado, se siguen toda una serie de estrategias para debilitar al animal, como son colgarles sacos de arena en el huello durante horas, inducirles diarreas o golpearles. Finalmente, se le unta grasa en los ojos para dificultar su visión y una sustancia en las patas que le produce ardor para que no se quede inmóvil.
Una vez en la plaza, en el llamado "primer tercio de la lidia", el toro se enfrenta a los picadores que desde lo alto de un caballo le clavan una lanza en el lomo con la finalidad de desangrarlo para debilitarlo aún más.
En el llamado "castigo" el toro puede perder entre tres y cinco litros de sangre al lesionar varios vasos sanguíneos. Además, la lanza destroza varios músculos, provocando la "humillación": el toro baja la cabeza porque no puede sostenerla. Esto, continúa ERC, además de transmitir al espectador la imagen de sometimiento del animal, beneficia posteriormente la introducción de las banderillas y el estoque, y reduce el riesgo de cogida, ya que el toro pierde fuerza y siente dolor al cornear de abajo a arriba.
El caballo del picador también recibe heridas provocadas por el toro y es habitual que sufran múltiples quebraduras de las costillas o destripamientos, ocultados por un peto que no los protege de ello. Algunas veces las lesiones y cornadas sufridas en la corrida obligan a su sacrificio en la misma plaza.
En el "segundo tercio de lidia", prosigue detallando la proposición no de ley, se clavan al toro entre cuatro y seis banderillas, arpones de acero cortante de seis u ocho centímetros de longitud, que desgarran los tejidos y la piel y que, beneficiadas además por su forma y peso, garantizan una constante hemorragia del animal.
El toro sigue perdiendo sangre y debilitándose hasta quedar exhausto y es el momento de mayor lucimiento del torero, que culmina con el toro atravesado por una espada de entre 80 y 88 centímetros y que, según su trayectoria, puede destrozarle el hígado, el esófago, los pulmones, llegando a seccionar venas, arterias, bronquios y lóbulos pulmonares.
Una vez tiene el estoque dentro, el movimiento de tórax agudiza los daños internos, motivo por el cual el torero mueve el capote de un lado a otro en el conocido "mareo". Cuando la espada destroza la gran arteria, el toro agoniza entre vómitos de sangre.
Si el toro se resiste a caer, se le apuñala en la nuca con el descabello, otra larga espada que termina en una cuchilla de 10 centímetros con tope que secciona la médula espinal dejando al animal tetrapléjico, aunque plenamente consciente de lo que ocurre a su alrededor.
"DIFÍCILMENTE ASOCIABLE" CON LA CULTURA
A la postre, cuando el toro cae al suelo, si no consigue morir, se le remata con una puntilla para seccionarle la médula espinal y que quede paralizado, muriendo por la imposibilidad de realizar movimientos respiratorios o ahogado en la sangre que le brota por la nariz y por la boca. La puntilla no produce la muerte instantánea del animal y a veces sigue vivo cuando le cortan las orejas o incluso cuando llega al desolladero. ERC considera que todo ello es "difícilmente asociable" a conceptos como "arte" o "cultura" y concluye que una sociedad democrática y pacífica basada en valores de respeto, tolerancia y no violencia no puede permitir ni tolerar aún su existencia.
Por todo ello, y a la espera de la abolición de la tauromaquia, ERC quiere que el Congreso rechace su calificación como "arte", "cultura" o "fiesta" y pide al Gobierno que la excluya del organigrama del Ministerio de Cultura y que derogue su clasificación como patrimonio cultural.
DEFENSA DE LA TAUROMAQUÍA
En sentido contrario, UPN somete a debate y votación en esta misma sesión otra proposición no de ley de defensa de la tauromaquia. Alega en su exposición de motivos que este año han sido "numerosas las ocasiones en las que los aficionados a los toros han tenido que reivindicar el valor de la tauromaquia", y reproduce el manifiesto leído por el torero Enrique Ponce en la manifestación celebrada en Valencia para reiterar que la tauromaquia es "portadora de valores sociales y humanos", además de una "herramienta dinamizadora de tantas y tantas ciudades, por su capacidad de crear puestos de trabajo, por los efectos en la fijación de la población rural, por sus aportaciones a las arcas del Estado y fundamentalmente porque son raíces de nuestra cultura a las que tenemos derecho a no renunciar".
UPN pide que el Congreso reitere "el deber de los poderes públicos de protección, conservación y promoción de la tauromaquia como patrimonio cultural" y de "velar por la tutela del derecho de todos a su conocimiento, acceso y libre ejercicio en sus diferentes manifestaciones".
Reclama también que se reconozca "el valor y la contribución social, cultural, económica de la tauromaquia en España" y emplaza al Gobierno a continuar "en el impulso de los trámites necesarios para la solicitud de la inclusión de la tauromaquia en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial" reconocido por la Unesco.
SUBVENCIONES PÚBLICAS
También este martes, en la Comisión de Hacienda y Administraciones Públicas, ERC defenderá otra proposición no de ley para la supresión de las subvenciones públicas a la tauromaquia, un "negocio privado subvencionado por las administraciones públicas" por muchas vías, como las ayudas directas a empresarios, criadores, dehesas o peñas; la promoción de la "fiesta"; construcción y mantenimiento de museos y plazas de toros o el pago de las cadenas públicas por la retransmisión de corridas y festejos.
ERC subraya que la Fundación Altarriba ha cuantificado esas subvenciones en más de 500 millones de euros anuales, a pesar de que ya han sido cuestionadas por instituciones como el Parlamento Europeo.
Además, sentencia la formación, hay que cuestionar el carácter "nacional" de la tauromaquia dado que según un sondeo de 2006 solo uno de cada cuatro ciudadanos tiene algún interés en ella y a día de hoy "se sostiene gracias a las subvenciones públicas".
Por ello, pide al Gobierno que promueva las iniciativas legislativas correspondientes para "prohibir todas las ayudas o subvenciones públicas a las corridas de toros y a la cría de toros de lidia, procedentes de la Administración general del Estado y demás entes u organismos dependientes de ella, o cualquier otro gasto derivado de la organización o el desarrollo de espectáculos taurinos" y las dirigidas a "actos de difusión y publicidad de los espectáculos taurinos, así como cualquier actividad, sea cual sea su carácter u objetivo principal, que suponga una difusión de la tauromaquia".
De forma específica, pide la exclusión de los criadores de toros de lidia de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) y de los demás programas de la Unión Europea.
Finalmente, reclama medidas para garantizar el bienestar de los toros en las dehesas, no subvencionar directa ni indirectamente los negocios privados relacionados con la tauromaquia, y que cualquier gasto relacionado con la celebración de esos eventos, como dispositivos policiales o el control veterinario de los animales, corra a cuenta de la organización y no de las arcas públicas.

Mostrar comentarios