Decepción para Almodóvar, pero el cine de España regresó al ruedo en Cannes

Pedro Almodóvar se va por quinta vez de Cannes sin la Palma de Oro, pero el cine de España salió bien parado de un Festival que puso en primer plano a tres de sus cineastas.

Almodóvar competía a los 66 años con "Julieta", un austero drama sobre la pérdida que no convenció al jurado presidido por el australiano George Miller.

El escándalo de los Papeles de Panamá había opacado la promoción de la película previa al festival y el estreno en España se vio afectado al ventilarse que el director y su hermano aparecen en la lista de personalidades involucradas en este caso.

En Cannes, Almodóvar no se libró de las preguntas de la prensa sobre el caso, pero salió del paso sin mayores daños. "Mi nombre y el de mi hermano son uno de los nombres menos importantes que aparecen en los papeles en Panamá", aseguró.

Cannes coronó en cambio el corto "Timecode", de Juanjo Giménez, sobre dos guardias que trabajan en un estacionamiento, que ganó la Palma de Oro al mejor cortometraje.

El catalán de 53 años dedicó su triunfo al legendario director Luis Buñuel (1900-1983), el único cineasta español ganador de una Palma de Oro en la historia del festival.

"Don Luis, tú tienes la grande pero yo tengo la pequeña, que es más jodida de conseguir", dijo Giménez dirigiéndose en el más allá al genial surrealista ganador de la Palma de Oro en 1961 con "Viridiana".

"Timecode" cuenta en 15 minutos la historia de Luna y Diego, dos guardias de seguridad de un estacionamiento. Diego trabaja de día y Luna de noche.

Juanjo Giménez nació y vive en Barcelona, donde ya había rodado varios cortos, entre ellos "Rodilla" (2009) y "Nitbus" (2007), premiados en varios festivales.

Su largo "Tits" (2003) fue premiado en Roma, Las Palmas y Orense. "No creo en la competencia para los filmes, pero esto es apasionante", dijo el catalán al recibir la recompensa.

"Me sentí cineasta aquí en Cannes", comentó, antes de agradecer al festival "por el trato que le han dado a los cortometrajes".

Cannes ensalzó además a una joven promesa del cine español, Oliver Laxe, de 34 años, recompensado con el Gran Premio de la Semana de la Crítica con "Mimosas".

Filmada en los majestuosos paisajes del Atlas marroquí, esta película exigente que aspira a capturar la esencia de la fe religiosa es un viaje geográfico pero también un periplo místico interior.

"Quedamos subyugados con la belleza plástica del filme", dijo Sandrine Marques, miembro del comité de selección de la Semana de la Crítica. "No es tanto una película sobre la religión como sobre la fe", agregó.

Según Laxe, "hoy el nivel de escepticismo es tal que hemos acabado con el propio escepticismo y estamos en un proceso de resacralización del mundo", comentó a la AFP en Cannes. "Muchas películas y muchos artistas hoy buscan eso".

El catalán Albert Serra cautivó por su parte a Cannes con "La muerte de Luis XIV" con el legendario actor francés de la Nouvelle Vague Jean-Pierre Léaud en el papel del Rey Sol, un descubrimiento elogiado por la prensa, desde el New York Times a los medios franceses que hablaron de obra maestra.

Al punto que el diario Liberation se interrogó sobre la ausencia del catalán entre las 21 películas en competencia por la Palma de Oro que ganó el británico Ken Loach.

"No se entiende por qué Albert Serra sólo accedió a la selección oficial por la puerta trasera de una sesión especial [fuera de competencia] para su magnífico 'La muerte de Luis XIV'", se interrogó el matutino.

"Eso hay que preguntárselo al festival", dijo Serra a la AFP. "Yo hago la película, la presento y no pienso nunca en estas cosas. En tanto que productor de una película, me interesa que le vaya lo mejor posible, pero como director sinceramente no me preocupo de las cosas que no puedo cambiar o que no dependen de mí".

Según Serra, "un festival es una plataforma para que la gente conozca la película y sepa que existe, no tiene en si mismo valor. A Velázquez no le importaba estar en el Museo del Prado --de eso se ocupan otros-- sino pintar lo mejor posible".

Serra ya se había consagrado con "Historia de mi muerte", otra reconstrucción histórica inspirada en el personaje de Casanova y ganadora del Leopardo de Oro en Locarno en 2013.

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