El amor, la lucha, el dolor y la pérdida son algunas de las palabras que ha utilizado el director chileno Matías Bizé para describir su nueva película ,'La memoria del agua', un film protagonizado por Elena Anaya y que se estrenará en España el próximo 5 de agosto. En palabras del cineasta, su nuevo proyecto ha tratado de "dejar una semilla" en el espectador y darle un espacio para reflexionar, como ha detallado a Europa Press.
La película narra la historia de una pareja que se quiere, pierde a su hijo y, con el dolor que esto significa, y cuenta la historia de amor y lucha de ambos por mantener su relación. "Para identificarse con la película no hace falta haber tenido un dolor tan grande, todos hemos tenido que luchar alguna vez por nuestra pareja", ha explicado.
Para Bizé el reto en este rodaje ha sido contar una historia "dan dura" de una manera "luminosa" y conseguir que emocione y conmueva siendo "sutil y elegante". Así, ha expresado que, para él, lo interesante era que el espectador se llevara algo de la película y que cada uno completara la historia.
Durante la película, el hijo de ambos, Pedro, no aparece físicamente a lo largo de las escenas, con ello, el director ha pretendido que cada persona ponga cara al personaje y lo complete. "Vemos a Pedro pero no le vemos, cada uno tiene su propio Pedro", ha explicado.
La actriz española Elena Anaya, que recientemente ha participado en la nueva película de Zipi y Zape, ha tenido que enfrentarse a un papel "difícil" y a una experiencia "dolorosa" por lo que representa, aunque ha asegurado a Europa Press que ha sido un "privilegio" representar a la mujer protagonista que pierde de forma dramática a su hijo.
Anaya ha asegurado que meterse en este papel ha sido complicado y que no podría hacer todos los personajes así. "He echo este y he salido agotada, deshidratada, he llorado infinito", ha confesado. En cambio, la protagonista confiesa que esta película es "impactante" y que cuando leyó el guión lloró y le movilizó "profundamente".
PERSONAJES CON PROFUNDIDAD
Para preparar este personaje, Anaya, ha tratado de buscar anclajes en las personas que le recuerdan a los protagonistas, no por lo que hayan vivido sino por "la forma de mirar", pero ha asegurado que la fuente de los personajes nace del propio actor. "No puedes simular ese dolor con maquillaje, no te pueden poner un filtro en la luz para tener la cara más amarga. Tienes que sacarlo de ti", ha explicado.
Anaya ha explicado que para llevar a cabo su personaje decidió que debía ser "muy generosa, profesional, dar lo máximo, ser arriesgada, valiente y dar todo en cada ensayo, llegar a unos lugares insospechados y poner esa cara que no se sabía que se pudiera poner".
En cuanto al trabajo en equipo, la actriz ha destacado que Bizé "adora a los actores y la interpretación" y que, nada más llegar, les detalló que debían llevar la película encima. Según ha explicado la actriz, durante los rodajes, Bizé insistía mucho en repetir las escenas, lo que para ella supone un gran acierto.
Además, la actriz ha asegurado que repetir el trabajo le ha ayudado a formar mejor el personaje aunque al ser secuencias "cargadas de dolor y de profundidad" hubo momentos en los que necesitaba "sacar la cabeza y respirar" porque, como ella ha explicado, se encontraba en una "cueva tan dolorosa, que como permaneciese más tiempo tenía la sensación de que perdería el aire de la cabeza"
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