Moore, de 89 años, recibirá, como era su deseo, un funeral privado en Mónaco. Sus hijos, devastados por la noticia, resaltan el cariño del que ha estado rodeado el artista en los últimos días y aseguran que su amor se verá multiplicado por la admiración de las personas que a lo largo de todo el mundo le han conocido a través de sus trabajos en cine, televisión y teatro, así como por su faceta de embajador de Unicef, que él consideraba como su máximo logro.
"El afecto que nuestro padre sintió cada vez que se subió a un escenario o se puso frente a una cámara le impulsaron a seguir trabajando a sus 90 años", señalan sus vástagos, que recuerdan que su última aparición se produjo en noviembre del pasado año en el London's Royal Festival Hall.
"Gracias Papá, por ser tu y por ser tan especial para tanta gente", señalan para añadir que sus pensamientos están ahora con su viuda, Kristina.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios