La reforma del Mercado Central comenzará en 2018, con menos puestos, más usos y 9,5 millones de inversión

La reforma del Mercado Central comenzará en 2018, con menos puestos, más usos y 9,5 millones de inversión
La reforma del Mercado Central comenzará en 2018, con menos puestos, más usos y 9,5 millones de inversión
EUROPA PRESS
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Así lo han explicado este viernes en rueda de prensa el consejero municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Pablo Muñoz, el arquitecto director del proyecto, Manuel Castillo, y la arquitecta representante de Zaragoza Vivienda, Elvira López, en la presentación del Plan Director para la Renovación Integral del Mercado Central, documento elaborado por la UTE formada por Ingennus y Baika.

Muñoz ha incidido en que el Mercado Central "no está en cualquier sitio", sino que se integra en el corazón del Casco Histórico de la ciudad y por eso se ha presentado un proyecto "potente", que cuenta con "consenso técnico" y con propuestas "viables" que se han acordado con los detallistas.

La gestión pública y junto a los detallistas "está muy presente", ha dicho Muñoz, para detallar que el objetivo de la reforma es que el Mercado Central siga funcionando como hasta ahora, como un centro tradicional de abastecimiento, pero a la vez promocionando el edificio, Bien de Interés Cultural y declarado Monumento Histórico Nacional, "símbolo de la arquitectura de la ciudad" y facilitando un retorno económico y la dinamización del entorno, creando al mismo tiempo un Distrito Mercado.

De esta forma, el plan director para acometer esta reforma persigue la regeneración urbana de esta zona, mantener el uso tradicional del mercado a la vez que se incorporar otros nuevos, recuperar el edificio, ampliar horarios de apertura y ofrecer nuevas posibilidades a estas instalaciones, ha señalado Manuel Castillo.

Para ello, Ingennus y Baika han estudiado las reformas de otros mercados tradicionales de España, profundizando en los de Ninot de Barcelona y el de Vitoria, para conocer "cómo se ha hecho, cuántos puestos tienen y sus usos complementarios".

MENOS PUESTOS

Por ello, este proyecto plantea que se pasen de los 187 puestos actuales a entre 88 y 76, según las dimensiones de cada puesto que estarán entre los 4 y los 5 metros. Parte del mercado mantendrá su uso tradicional y del total de puestos entre cuatro y ocho se destinarán a otros usos, de 2 a 4 podrán ser locales gastronómicos y también de 2 a 4 se reservarán para actividades del ayuntamiento.

La planta baja del mercado contará con ocho bloques de puestos de venta, con locales a ambos lados de un corredor central, espacios para consumir los productos adquiridos, zonas de encuentro. Se potenciará la percepción visual del interior, sustituyendo las actuales mamparas por cristaleras, lo que facilitará que se contemplen las columnas y los forjados de la techumbre, haciendo del mercado un verdadero escaparate.

Además, se trabajará en la venta online, el almacenaje, habrá mejoras en la accesibilidad y la calle paralela a César Augusto se reformará para ubicar allí arbolado y terrazas de los bares de esta vía, recuperando la calle "como espacio de la ciudad" y limitando una zona de carga y descarga, acceso a garajes y creando una senda ciclable.

Muñoz ha observado que el mercado ya funciona ahora "como un tiro", por lo que con la reforma se mantendrá el uso tradicional, implementando nuevos usos "sociales y culturales", si bien el mercado "seguirá siendo fundamentalmente lo que es".

PLAN DE TRANSICIÓN

Respecto al plan de transición, mientras se ejecutan los trabajos, el arquitecto Manuel Castillo ha precisado que se plantearon cuatro opciones para estudiar qué hacer con los detallistas durante las obras y se ha optado por la cuarta propuesta, que supondrá instalar una carpa en la calle adyacente al mercado, en su fachada este, de forma que los comerciantes mantengan su actividad lo más cerca posible del equipamiento y puedan aprovechar las instalaciones de los sótanos.

El consejero municipal de Urbanismo, Pablo Muñoz, ha observado que este plan de transición es la opción "más complicada de gestionar" para el consistorio, pero "la mejor" para la ciudad y para los detallistas porque "era clave y crítico que siguieran estando tan cerca como fuera posible" del emplazamiento original y que se aprovechen las instalaciones actuales.

En cuanto al modelo de gestión, Muñoz ha manifestado que el ayuntamiento ha optado por la gestión directa con concesiones individuales "pero con mejoras", como la obligación de que todos los detallistas, una vez que obtengan la concesión, se agrupen en una entidad que será la interlocutora con el ayuntamiento y que asumirá la gestión en cuestiones como la limpieza o la vigilancia del mercado, para que los comerciantes sean "más protagonistas" de la gestión del equipamiento.

El coste total previsto de esta actuación será de 9.577.903 euros, que asumirá en gran parte el ayuntamiento. No obstante, para buscar un equilibrio entre lo que aportarán el consistorio y los detallistas, se ha establecido que cada comerciante pagará una media de 50.000 euros por su puesto y un canon de 60 euros al mes durante 50 años, un coste mensual que será de un total de 225 euros por su participación en los gastos.

Tras presentar el plan director, se inicia la tramitación de las concesiones administrativas, la redacción del proyecto de obra y, a continuación, la reforma. Muñoz ha dicho que los trámites administrativos se prolongarán un año y los trabajos de rehabilitación, que se ejecutarán en 2018, durarán otros doce meses.

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