Miles de personas despiden en Kinshasa a Papa Wemba, rey de la rumba congoleña

Miles de personas se congregaron este miércoles en torno a la catedral de Kinshasa para dar el último adiós a Papa Wemba, el rey de la rumba congoleña, en una ceremonia retransmitida en pantallas gigantes en la que sonaron las canciones del popular cantante.

Muchas personas esperaron desde el amanecer para ingresar al templo. Al final, al menos 2.000 personas lograron entrar a la catedral, mientras que afuera había casi 10.000 personas más.

Papa Wemba era "un digno hijo de la República Democrática del Congo, la calidad de su obra lo convirtió en un ciudadano del mundo", dijo el presidente de la conferencia episcopal, el obispo Nicolas Djomo.

El tráfico estaba totalmente cortado en el lugar por la muchedumbre que ocupó la calle, a pesar del intenso calor.

Después, está previsto que el popular cantante sea enterrado en la periferia de Kinshasa, a unos 80 kilómetros de la catedral.

El ataúd blanco donde yacen los restos del cantante fue cubierto con la bandera nacional, con una estrella amarilla.

Papa Wemba murió a los 66 años de edad durante un concierto en Costa de Marfil.

Sus restos fueron repatriados a su país nativo la semana pasada, y desde el lunes fueron colocados en el Parlamento adonde concurrieron miles de personas para despedirlo.

"Fue un gran artista que supo hablarle a todas las clases sociales", dijo el obispo, que destacó que sus canciones hablaban de amor, paz y reconciliación.

Wemba, uno de los cantantes más populares de África, fue el príncipe de la SAPE (Sociedad de Ambientadores y de Personas Elegantes), movimiento de la década de 1970 en el ex Zaire (antiguo nombre de la RDC entre 1971 y 1997), que se caracterizó por sus sorprendentes y extravagantes usos indumentarios, sobre todo en materia de vestimenta.

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