Miles de personas esperan para despedirse del rey en Tailandia

Miles de personas esperaban en fila este sábado delante del Gran Palacio de Bangkok para poder entrar al salón del trono donde yace el cuerpo del fallecido monarca Bhumibol Adulyadej.

Bhumibol, que murió a los 88 años, era adorado por muchos de sus súbditos, que lo veían como un garante de la estabilidad en un país muy golpeado por las crisis políticas.

Desde su muerte en el mes de octubre, el duelo es perceptible en las calles del reino, donde muchos siguen vistiendo exclusivamente de negro y blanco como señal de la pérdida y los canales de televisión han cambiado su programación para emitir información sobre el monarca y los hitos de su reinado, que duró 70 años.

En las últimas semanas, se han congregado multitudes delante del Gran Palacio, para rendirle tributo al rey, posternándose ante un retrato.

"He estado esperando aquí desde las 01H00 de la mañana", contó Saman Daoruang, una anciana de 84 años.

Las autoridades informaron que cada día se va a permitir la entrada a 10.000 personas, en pequeños grupos.

Como muchos otros súbditos, Saman ha estado acampando desde que llegó a Bangkok desde la provincia de Nakhon Sawan, situada al norte de la capital.

"Pero no he podido dormir porque estaba muy emocionada y orgullosa de venir aquí", contó la mujer, que carga consigo varios retratos del monarca.

Para entrar las consignas son estrictas: se debe vestir de negro, para las mujeres es obligatorio llevar una falda larga y los zapatos deben ser cerrados.

En Tailandia, un país de mayoría budista, el rey Bhumibol era un semidiós, venerado por la población y protegido por una ley de lesa majestad que acalla a sus detractores.

Las autoridades han fletado buses, trenes y barcos para que los súbditos puedan desplazarse a la capital para el último adiós.

También reforzaron tras la muerte de Bhumibol las duras leyes de lesa majestad, sancionadas con hasta 15 años.

Estas leyes han acallado el debate sobre las consecuencias políticas de la sucesión y las dudas en torno al heredero, Maha Vajiralongkorn.

El príncipe de 64 años pidió un "plazo" antes de subir al trono, dejando de momento al país sin monarca, con un regente de más de 90 años.

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