Las acuarelas de Pablo Reviriego y las esculturas de Carlos Ballesteros llenan el Torreón de los Guzmanes de Ávila

Las acuarelas de Pablo Reviriego y las esculturas de Carlos Ballesteros llenan el Torreón de los Guzmanes de Ávila
Las acuarelas de Pablo Reviriego y las esculturas de Carlos Ballesteros llenan el Torreón de los Guzmanes de Ávila
EUROPA PRESS
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El abulense Pablo Reviriego, natural de Santa María del Berrocal, celebra sus cuarenta años de trayectoria con una selección de 32 acuarelas en las que plasma sus dos temas favoritos: paisajes y marinas y el mundo de la tauromaquia.

Reviriego, que viene de exponer en Bogotá (Colombia) y que se declara defensor de la acuarela, ofrece en el patio central del Torreón de los Guzmanes un repaso por sus obras, incluida la que ha quedado finalista en la última edición del Premio Reina Sofía de Pintura.

La sala central del Torreón, por su parte, acoge una treintena de esculturas del burgalés -natural de Aranda de Duero- Carlos Ballesteros, de quien el diputado de Cultura, Patrimonio, Juventud y Deporte ha resaltado la conexión que se establece entre las obras y el público, a través de las formas y los nombres que da este autor a sus esculturas.

Inspirado principalmente en la cinta de Moebius (cinta que tiene una sola cara y un solo borde), Carlos Ballesteros ha destacado su búsqueda de lo que esconde la naturaleza, también la humana.

"Es un conjunto, pero cuando intentamos acercarnos a las formas de la naturaleza, aparecen líneas que dan contenido y que expresan un sentimiento", ha descrito el artista, quien ha invitado a "dejarse llevar" e, incluso, tocar sus piezas, para que el público "no sólo vea sino también se deje llevar por el impulso de acariciar" las obras, realizadas, sobre todo, en escayola, bronce y mármol.

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