La campaña se centrará en las zonas de más afluencia turística y sobre establecimientos que pueden resultar conflictivos. Independientemente, se realizarán mediciones si se considera necesario a raíz de posibles denuncias que formulen los vecinos.
Según ha recordado el Ayuntamiento, en enero se aprobó de manera definitiva la Ordenanza Municipal Reguladora del Ruido y las Vibraciones que fija la obligación de los locales públicos que tienen actividad o ambientación musical de contar con limitadores acústicos.
Desde el Consistorio han destacado que no disponer de este elemento se considera una infracción grave de la normativa y supondrá una sanción de entre 1.500 y 3.000 euros.
La Ordenanza también fija multas por otros asuntos, como el ruido, con cantidades que pueden oscilar entre los 600 y los 300.000 euros y la clausura definitiva de las instalaciones y retirada de los permisos de actividad.
La campaña iniciada por el Ayuntamiento quiere contribuir a que los locales y los vecinos tomen conciencia sobre la importancia de respetar los derechos de las personas y garantizar su descanso.
Así, ya se han realizado dos sonometrías, una en un hotel de Cala Llonga y otra en un local de ocio del pueblo, provocando la apertura de un expediente sancionador contra el establecimiento.
Cala Llonga, Es Canar y el pueblo de Santa Eulària son espacios prioritarios de cara a la fiscalización de las actividades musicales de locales y de los ruidos provocados por particulares, pero la vigilancia se trasladará a todos los núcleos de población.
De hecho, han explicado, en la última semana se han levantado siete actas de infracción por ruidos en puntos del municipio como hoteles, campings o viviendas.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios