La primera semana de ‘El Hormiguero’ tras el fin del estado de alarma concluía este jueves con Miguel Ángel Revilla. El presidente de Cantabria protagonizaba una entrevista a la casi no llega por un disparatado accidente. Pablo Motos adelantaba que era “un milagro” contar con la presencia de Revilla, que pasaba a relatar su peculiar aventura. “Me pasa cada cosa… Estoy aquí de milagro porque a las ocho y media… Resulta que el hotel donde estoy tiene una entrada estrecha en rampa y cuando bajo, en la puerta, me dicen que me he dejado la llave. Espero a que me la traigan y, de repente, me veo arrollado por un carro de la ropa en la rampa”, comentaba.
Revilla se mostraba contrariado por el accidente que acababa de sufrir apenas unos minutos antes. “Menos mal que estaba en pendiente… Me levanto y el tío me dice ‘perdón, perdón, no le he visto. Y me dice: ‘Es que es usted tan pequeño…”, contaba el invitado. Y, entre risas, concluía: “Te juro que yo le sacaba 15 centímetros”. El político cántabro se tomaba con humor lo sucedido. “Qué se le va a hacer”, afirmaba a Pablo Motos.
Aunque el accidente no tenía consecuencias graves, Revilla procedía a mostrar las huellas del atropello. Según enseñaba a cámara, tenía rasguños y alguna herida en las piernas. “Mira cómo me desangro”, comentaba. El presentador se interesaba por los detalles del accidente. “Me ha pegado de lleno. Y, cuando me ha dado, el resto del carro se ha caído”, expresaba. Afortunadamente, el atropello se lo tomaba como una anécdota de su visita a ‘El Hormiguero’.
Tras estos comentarios, Motos se interesaba por la faceta de escritor del invitado. “Se te ha ido la olla, por lo que pones en el libro”, indicaba el presentador. “No me pueden poner ninguna querella porque todo lo que está ahí está probado”, contestaba Revilla. Con 77 años a sus espaldas, el presidente cántabro también se mostraba interesado por comentar la crisis del coronavirus. “Va a haber rebrotes porque ahora hay movilidad, pero la economía no se puede parar. Ya no hay vuelta atrás”, aseguraba. Y continuaba: “No podemos soportar un país con la economía parada”. Y reconocía el valor de los españoles durante el confinamiento. “La gente ha aguantado de manera ejemplar”, concluía.