Aitana Alberti: "Era muy bonito ser hija de Rafael y de María Teresa León"

José Luis Picón

Málaga, 6 nov.- Aitana Alberti, que ha recopilado en un libro textos poco conocidos de su madre, algunos de ellos inéditos, ha admitido hoy que "era muy bonito ser hija de Rafael Alberti y de María Teresa León", aunque de eso se ha "dado cuenta después", porque es algo "que se razona cuando uno ya es mayor".

Recuerda con cariño su infancia en el hogar familiar durante el exilio, "a pesar de que en la Argentina hubo muchos problemas, viviendo muy estrechamente", y responde con decisión cuando se le pregunta si la sombra de Rafael Alberti fue demasiado alargada y eclipsó la obra de María Teresa León.

"Ella dijo que era la cola del cometa, y eso se lo criticaron mucho. Yo digo que eran dos cometas que iban paralelos, no se chocaban, y sus colas iban dejando un rastro igual en el cielo de la vida, era lo que yo veía en mi casa", ha dicho en rueda de prensa Aitana, que presenta esta tarde en Málaga "La memoria dispersa".

Los textos de su madre recogidos en este volumen revelan "a una mujer del siglo XXI, no del XX, que fue testigo de grandes acontecimientos históricos, algunos terribles como la Guerra Civil española, y vivió un exilio de cerca de 39 años".

"Fue una mujer del futuro, porque lo que dice es de una modernidad muy grande, sobre todo respecto a la mujer y a la igualdad de género y también sobre cómo debía ser la vida en sociedad", ha resaltado.

Esas ideas políticas claras le llevaron en su juventud, junto a Rafael Alberti, a afiliarse al PCE, "una elección que duró la vida entera y llegó hasta su muerte física, porque ellos siguen, y están en sus libros".

Los textos inéditos son ocho guiones teatrales escritos para radios de Buenos Aires, como el que dedicó a la cantante afroamericana Marian Anderson, estandarte de la lucha racial, y que supone "un canto a la desaparición del racismo", según Aitana Alberti.

Otro de los guiones está basado en un hecho real ocurrido en el campo de concentración de Auschwitz, "donde dos maestros polacos intentaban darle clases a los niños judíos a los que iban a mandar a las cámaras de gas, y ese matrimonio decidió acompañarlos a la muerte e inmolarse junto a ellos".

"No eran unos guiones para que las amas de casa de Buenos Aires los escucharan en la radio mientras preparaban la comida, porque hacían pensar", ha destacado.

Volver a revisar los textos de su madre siempre le permite "descubrimientos", porque empezó a leerla "muy pequeña, con 10 ó 12 años".

"La relectura de 'Memoria de la melancolía' trae descubrimientos, y siempre encuentro cosas nuevas. Hay gente fanática que me cita fragmentos de memoria", ha apuntado.

Y es que considera que la escritura de María Teresa León "es de una riqueza extraordinaria y de una gran modernidad, siempre partiendo de una postura política muy clara".

"Lo que dice, lo dice de una forma muy lírica y poética, aunque ella nunca escribió poesía, eso era asunto de Rafael Alberti. Escribía de forma muy contemporánea, nada cursi, nada relamida ni ñoña".