Alejandra Conde, del arresto domiciliario a diseñadora de calzado y complementos

  • El caso por presunto blanqueo de dinero en el que estuvo implicada la joven ya se ha archivado y ha emprendido un nuevo proyecto.
Mario Conde
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Este jueves fue un día muy feliz para la familia Conde. Porque la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional confirmó el archivo de la investigación contra Mario Conde y otras 17 personas por supuesto blanqueo de fondos procedentes de las apropiaciones indebidas por las que el expresidente de Banesto fue condenado. Y entre esas 17 personas estaban los propios hijos del exbanquero, Alejandra y Mario, los cuales acabaron involucrados en este caso y llegaron a ser arrestados, en el caso de la joven, en su propia casa.

Por eso, Mario les recordaba el jueves en Instagram en un post en el que quiso honrar la figura de sus hijos y recordar a su fallecida mujer, Lourdes, después del calvario judicial que ha pasado por unos fondos que que el juez ha determinado que eran anteriores a la sustracción ocurrida en Banesto. 

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La Audiencia Nacional ha archivado definitivamente las causa penal abierta contra mis hijos y yo. 25 años de mi vida…Resistiendo sin arrendar, ceder, vender o hipotecar ni una micra de dignidad. Mi primer pensamiento hoy es para mi mujer, Lourdes, que desde ese lugar al que llaman cielo me enviará una sonrisa cargada de un amor limpio, sincero, profundo, sin fisuras, el que me dio mientras estuvo conmigo en esta dimensión terrena. Y mis dos hijos, Mario y Alejandra, ejemplos vivos de amor y lealtad a su padre y a la memoria de su madre. Y mis colaboradores mas directos, Paloma, Cristina, que conmigo sufrieron sin transformar el sufrimiento en queja, protesta, duda o vacilación. Mi abogado fallecido Ignacio Peláez, mi letrado y amigo vivo, Manuel Santaella. Y mis queridos amigos, leales, firmes, seguros, convencidos de mente, de acto, de palabra y de conducta. Cesar, Ivan, Fernando, Jaime, Gabriel, Guadalupe, María, Eustaquio….Y mis guardias, los que por deber de obediencia me custodiaron, ese ejemplar cuerpo que es la Guardia Civil, a la que debo el agradecimiento por un trato en el que sin relajar la disciplina ni un miligramo, me demostraron una humanidad y un buen hacer digno de un colectivo cuya misiva es esta palabra sagrada: el honor. Y a la Justicia, que después de haberme provocado —por obra y gracia de algunos— tanto daño y dolor, al final ha demostrado por obras de personas honorables, que cumple su verdadera misión: alcanzar lo justo. Y a todos vosotros que me habeis acompañado con vuestro cariño sincero en estos largos años. Y con quien he compartido mucha parte de mi vida en este tiempo de espera, Pilar. Lo que me queda de vida, Dios mediante, es menos que los años que me obligaron a vivir soportando la prisión, el dolor y la mentira, hija predilecta de la miserable envidia. Pero si mi comportamiento sirve de ejemplo de que no vendamos dignidad ante la injusticia ni marginemos el Derecho en el altar de la arbitrarieredad, bendito seas sufrimiento.

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Pero si hubo alguien que lo pasó especialmente más con esa situación fue Alejandra. La benjamina del matrimonio formado por Mario y Lourdes tuvo que pasar esa detención en su propia casa por la trágica situación que vivía entonces, ya que su hijo mayor sufría una grave enfermedad y el juez tuvo consideración con ella para que el niño no se quedara sin su madre en esos momentos.

Así estuvo varios meses, saliendo de su casa solo para ir con su hijo al médico. Tenía prohibido realizar cualquier actividad o transacción económica, movimiento bancario, orden de pago, cobro o transferencia similar, aunque podía recibir llamadas o visitas. Unos duros momentos que ahora, tres años después son muy diferentes. Porque Alejandra ha salido reforzada de ese trance y ahora tiene una vida laboral totalmente diferente a lo que había sido antes.

Abogada y empresaria

Alejandra nació hace 42 años en Madrid, siendo la única hija del banquero Mario Conde, lo que le convirtió en su ojito derecho desde el principio. Entre ambos siempre hubo una gran sintonía y Alejandra admiraba profundamente a su padre, al que nunca ha fallado, ni en los momentos más difíciles cuando todo el mundo se volvió en su contra.

Sus estudios los cursó en el prestigioso colegio madrileño Nuestra Señora del Recuerdo, y después, siguiendo los pasos de su padre, decidió cursar Derecho, aunque varió el rumbo final, pues si su padre logró ser Abogado del Estado, ella decidió emprender por su cuenta y participar en varias empresas, ninguna de ellas relacionadas con el ámbito legal. La más importante fue A-típica, la que puso en marcha con unas amigas dedicada a la organización de eventos. En ella estuvo hasta que su padre fue condenado a 20 años de cárcel en 2002, lo que le obligó a 'ponerse la toga' para encargarse de su defensa.

Eso retrasó su boda con el único novio que ha tenido, Fernando Guash Vega-Penichet, hijo del expresidente de Renault Manuel Guash, la cual tuvo que celebrarse en 2004 durante un permiso penitenciario de Mario, pues sin él no estaba dispuesta a casarse. Todo el problema judicial de su padre hizo a Alejandra más fuerte, aunque el peor golpe se lo llevó cuando falleció su madre por un cáncer en el año 2007. Una pérdida que unió todavía más a la joven con su padre y tras la que abandonó definitivamente la empresa que había montado con sus amigas.

Así, pasó a ocuparse de los negocios de la familia, pues su padre había fundado varias empresas antes de entrar en prisión, como Los Carrizos de Castilblanco, Dermequisa y Cosmética Española, entre otras. Muchas de ellas fueron consideradas pantallas para el blanqueo de esos capitales, por ello Alejandra fue acusada junto a su padre y su hermano, pues constaba como administradora única. Por ello, una vez que quedó libre de cargos y su hijo se curó, decidió desvincularse de todo esto y emprender una nueva aventura profesional.

Así, desde hace unos meses, Alejandra, que estaba trabajando en una firma de gestión inmobiliaria, colabora con el diseñador Miguel Palacio, el cual le hizo su vestido de novia. Desde entonces, fraguaron una profunda amistad que ha acabado en una andadura profesional conjunta. Ahora la abogada es colaboradora de la firma, aportando toda su experiencia empresarial y sus ideas en la segunda vida de ésta, pues ha pasado del diseño textil al de calzado y complementos. De hecho, este invierno sus botines han causado furor y la propia Alejandra los ha lucido, como mostró su padre orgulloso en Instagram.

Así, la abogada está ayudando al diseñador a abrir mercado con sus nuevos productos mientras permanece volcada en su familia. Alejandra y Fernando son padres de tres hijos, dos niños y una niña que se llama Lourdes, como su fallecida abuela. El exbanquero presume de ellos siempre que puede en redes, como en la primera comunión del mayor, que fue hace poco. Si bien Alejandra se mantiene fuera de estos canales y tiene un perfil mucho más discreto.

La abogada y empresaria está muy bien relacionada y entre sus amistades se encuentran las hermanas Lapique, Tamara Falcó y Ana Boyer, Vega Royo Villanova o María León Castillejo. Hoy por hoy, mantiene una vida muy tranquila centrada en su familia y su nuevo trabajo dejando atrás los duros momentos que ha vivido desde pequeña y, como siempre, siendo el mayor apoyo de su padre.

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