Empresas y mansiones en juego: el enorme patrimonio de Alejandro Sanz

Alejandro Sanz ha roto definitivamente su silencio acerca del momento por el que pasa su relación con su esposa Raquel Perera. El cantante anunció -mediante una fotografía en Instagram- el pasado sábado su separación de la mujer con la que ha compartido los doce últimos años de su vida y con la que ha tenido a sus dos hijos pequeños, Dylan y Alma. Una noticia que se venía rumoreando durante las últimas semanas, por lo que no les ha quedado más remedio que confirmarlo.

Asegurando que su amor sigue vivo y que continúan siendo una familia, Alejandro emprende una nueva etapa sin Raquel, quien no solo ha sido su compañera sentimental, sino también profesional. Porque juntos han trabajado durante estos años, en los que ella ha ejercido como su mánager y en los que el artista madrileño se ha afianzado como una auténtica estrella internacional, así en su divorcio no solo está en juego la custodia de sus hijos -que, teniendo en cuenta la buena relación entre ambos, podría ser compartida-, sino un importante patrimonio.

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Porque en estos años, la pareja ha creado un importante patrimonio que comprende tanto empresas como mansiones en España y Estados Unidos, de ahí que se hable de un divorcio en el que habría en juego cerca de 30 millones. 

Y es que, tras 30 años subido a los escenarios -empezó con 20 años su carrera y cumplió los 50 hace unos meses-, más de 25 millones de discos vendidos, 23 Premios Grammy -Latinos y Americanos- y numerosos reconocimientos más, Alejandro ha acumulado una fortuna estimada en unos 40 millones, los cuales están repartidos en un ingente patrimonio.

En primer lugar están sus empresas. La principal es Gazul Producciones, dedicada a las artes escénicas y mediante la que maneja su carrera. Esta sociedad, domiciliada en Madrid y fundada en 1998, tuvo unas ventas en 2017 de más de 13 millones de euros. Y aunque dio pérdidas de 164.789 euros, lo importante es que cuenta con un activo de 28 millones. Precisamente, la compañía -que se llama así porque su madre era de la localidad gaditana de Alcalá de los Gazules-, está administrada actualmente por Raquel, aunque su matriz es Alkazul.

Esta segunda sociedad se dedica al alquiler de bienes inmobiliarios y está, a su vez, administrada por Gazul Producciones. Aunque sea la matriz de ésta, su patrimonio es bastante inferior, pues su activo total es de 753.176 euros y sus últimos ingresos -de 2017- son de 37.900 euros. Eso sí, tiene las cuentas más saneadas, pues dio un beneficio de 26.600 euros.

Entre estos negocios conjuntos, Alejandro y Raquel también tienen uno frustrado. Se trata de Rosas&Beats, la marca de ropa que la pareja puso en marcha en 2012 -el año de su boda-. La firma se centró en la venta de camisetas, de hombre y mujer, que se vendían a un precio estándar de 50 euros, del que se destinaba el 20% a la ONG 'Save the children'. Si bien a día de hoy esta sociedad se encuentra en proceso de liquidación, pues los últimos resultados que registró daban pérdidas de 171.000 euros.

A estas sociedades hay que sumar las numerosas viviendas que el cantante tiene en España y Estados Unidos. Quizá sea la que está al otro lado del Atlántico la que más llama la atención. Hace unas semanas, de hecho, Alejandro la mostró por primera vez en televisión en el programa de Bertín Osborne 'Mi casa es la tuya'. Se trata de su mansión de Miami, situada en la bahía de Biscayne, que el cantante compró en el año 2000, cuando se mudó a vivir a Estados Unidos, una vez que ya era un artista internacional.

Por ella Alejandro pagó en su día 6,6 millones de euros, una cantidad que ahora se queda muy pequeña, ya que durante un tiempo intentó venderla por unos 15 millones de euros. La vivienda, levantada en 1993, cuenta con 703 metros cuadrados que se reparten en tres plantas con 9 habitaciones, 8 baños, gimnasio y estudio de grabación. Si bien la parcela completa, que incluye embarcadero y pista de tenis, consta de 3.000 metros cuadrados. 

Pero esta no es la única joya inmobiliara de Sanz. La otra es la que tiene en la localidad cacereña de Jarandilla de la Vera, un lugar donde otros famosos, como Ana Rosa Quintana, también tienen una vivienda al ser un impresionante refugio natural en la comarca de La Vera. Se trata de la finca 'El sueño de los Gazules' -de nuevo en referencia a su madre- que consta de 35 hectáreas con una vivienda de 900 metros cuadrados valorada en 1,250.000 euros. Precisamente, este fue el lugar elegido por Alejandro y Raquel para darse el sí quiero hace siete años. Aquí la pareja ha creado no solo un hogar, sino una finca en la cultiva su propio huerto y cría gallinas, gallos, capones y monta a caballo.

Ya en la capital, Alejandro tiene una casa en la urbanización más exclusiva, La Finca, donde viven la mayoría de famosos nacionales. Se trata de un inmueble diseñado por el arquitecto Joaquín Torres, del estudio A-Cero, llamada 'Black House' por la fachada de pizarra negra que tiene. Consta de una parcela de más de 5.000 metros cuadrados y una casa levantada sobre 1.631 metros cuadrados con siete habitaciones, tres salones, dos piscinas climatizadas, dos zonas 'chill-out', gimnasio, spa y biblioteca. Además, todo se controla por domótica a través de tablets distribuidas por todas las estancias. Así, es normal que el cantante la haya puesto a la venta por 11 millones de euros, pues se trata de una casa con todos los lujos que el artista compró en 2013.

Y todavía hay más. Alejandro posee un ático en el barrio madrileño de Vicálvaro valorado en 250.000 euros de 70 metros cuadrados, una vivienda modesta en comparación con las anteriores, si bien muy cotizada hoy en día en el saturado mercado inmobiliario de la capital. 

Así, la separación de la pareja pone en juego todo este patrimonio, el cual se ha construido gracias a los éxitos musicales de una de las mayores estrellas de la historia en nuestro país. De momento, Alejandro sigue centrado en su música y, tras acabar la semana pasada su gira en España -acaba de sacar su trabajo conmemorativo a los 30 años de carrera, llamado 'El Disco'- emprende un tour por Sudamérica que le mantendrá alejado de nuestro país por un tiempo.