Alemania rehabilita a los traidores 70 años después del comienzo de la guerra

  • Berlín.- Con la rehabilitación por parte del Bundestag de los traidores a la patria condenados casi siempre a muerte por la justicia nazi, Alemania cierra el capítulo de reparaciones para las víctimas del nacionalismo, coincidiendo con el 70 aniversario del comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Alemania rehabilita a los traidores 70 años después del comienzo de la guerra
Alemania rehabilita a los traidores 70 años después del comienzo de la guerra

Berlín.- Con la rehabilitación por parte del Bundestag de los traidores a la patria condenados casi siempre a muerte por la justicia nazi, Alemania cierra el capítulo de reparaciones para las víctimas del nacionalismo, coincidiendo con el 70 aniversario del comienzo de la Segunda Guerra Mundial.

Tras rehabilitar hace siete años a los objetores de conciencia y desertores de la Wehrmacht con la anulación de sus sentencias condenatorias, el parlamento alemán procederá a hacer lo mismo, antes de las elecciones del 27 de septiembre y con el apoyo de todos los grupos, con quienes fueron condenados por alta traición.

"La ley significa simplemente que las víctimas recuperan su dignidad", explicó la diputada socialdemócrata Christine Lambrecht, una de las responsables de su redacción, quien destaca que se trata de una reparación simbólica, sobre todo para sus familias, toda vez que no se pagarán indemnizaciones, entre otros motivos porque no se conocen condenados por traición con vida.

No menos de 25.000 miembros de la Wehrmacht fueron condenados y en la mayoría de los casos ejecutados por traición, deserción, derrotismo u objeción de conciencia, según datos del historiador Manfred Messerschmidt, autor del libro "La justicia de la Wehrmacht 1933-1945".

"Mientras entre 1907 y 1932 se dictaron en Alemania 1.547 condenas a muerte, de las que 393 fueron ejecutadas, los tribunales de la Wehrmacht dictaron, por lo bajo, unas 25.000 condenas a muerte. Entre 18.000 y 22.000 fueron ejecutadas. Eso significa una cantidad 50 veces superior", escribe Messerschmidt.

El también historiador Friedemann Bedürftig, autor del ensayo "Jurisdicción militar", recuerda que los tribunales militares alemanes sólo dictaron 148 condenas a muerte, con tan sólo 32 ejecuciones por traición o deserción en la Primera Guerra Mundial, para explicar la actuación desproporcionada de la justicia militar durante el nazismo.

El mismo historiador aumenta hasta 40.000 la cifra de condenas a muerte dictadas por los tribunales militares nazis en la Segunda Guerra Mundial, tiempo en el que los tribunales militares de todos los países aliados sólo dictaron 300 condenas a muerte.

Estos estudios, pero sobre todo el titulado "El último tabú - La justicia militar nazi y la alta traición", de Wolfram Wette y Detlef Vogel, y publicado hace dos años, han sido los que han convencido a los diputados de todos los grupos parlamentarios en el Bundestag para rehabilitar a quienes fueron condenados por traición.

El estudio detalla casos como el del granadero Michael Fries, condenado y ejecutado por jugar a las cartas con prisioneros serbios, o el sargento Anton Schmid, igualmente fusilado por esconder y salvar judíos en la ciudad báltica de Vilna.

Más conocido es el caso del comandante de la policía de Düsseldorf, el teniente coronel Franz Jürgens, fusilado por alta traición tras tratar de negociar la rendición incondicional de su ciudad ante las tropas aliadas para evitar males mayores a su población.

"No existe ni un solo caso documentado de que presuntos traidores causaran daño alguno a terceros", asegura Christiane Lambrecht, quien se remite también a un estudio del juez emérito del Tribunal Constitucional Hugo Klein, quien subraya que las sentencias de los tribunales militares nazis no tenían nada que ver con el estado de derecho.

Todos los historiadores subrayan que las condenas a muerte por traición se dictaban incluso por supuestos crímenes que no tenían trasfondo militar alguno como solidaridad con los judíos perseguidos, ideas políticas opositoras o comerciar en el mercado negro.

Y denuncian que para los condenados no existía posibilidad de apelación, mientras jueces y fiscales recurrían sistemáticamente aquellas sentencias que consideraban "blandas" para lograr penas máximas.

Coincidiendo también con el 70 aniversario del comienzo de la última gran guerra, la ciudad de Colonia inaugura este 1 de setiembre el primer monumento público de Alemania en memoria de los desertores del ejército nazi.

El memorial, que quedará instalado en la céntrica Appelhofplatz y rendirá homenaje "a quienes se negaron a disparar, torturar, asesinar o discriminar", tiene forma de pérgola y ha sido diseñado por el artista suizo Ruedi Baur.

Juan Carlos Barrena

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