"Alí", una coreografía para conjugar mundos distintos en VEO

  • Valencia.- El artista belga Hedi Thabet perdió una pierna cuando tenía 17 años y llevaba 9 haciendo malabarismos y acrobacias. Ahora baila con el francés Mathurin Bolze "Alí", una coreografía en la que se infiltran el uno en el otro para crear un tercer ser, una quimera hecha de alteridad, confianza y humor.

"Alí", una coreografía para conjugar mundos distintos en VEO
"Alí", una coreografía para conjugar mundos distintos en VEO

Valencia.- El artista belga Hedi Thabet perdió una pierna cuando tenía 17 años y llevaba 9 haciendo malabarismos y acrobacias. Ahora baila con el francés Mathurin Bolze "Alí", una coreografía en la que se infiltran el uno en el otro para crear un tercer ser, una quimera hecha de alteridad, confianza y humor.

"Alí", uno de los platos fuertes del Festival Valencia Escena Oberta (VEO), es el resultado de la búsqueda de Thabet y Bolze de una forma expresiva que utilizando la suma del cuerpo de ambos, "dos bailarines y tres piernas", creará un tercer sujeto.

"Es una historia de fraternidad, de amistad, de alteridad, de respeto, de ponerte en el lugar del otro", explica a Efe Bolze, que fue miembro del Centre National des Arts du Cirque de Francia y del colectivo Anomalie antes de fundar, en 2001, la compañía Les mains, les pieds et la tête aussi (MPTA), de la que es director artístico y para la que ha creado "Fenêtres" (2002), "Tangentes" (2005) y "Alí" (2008).

Thabet, que a los 8 años entró en la escuela de circo de Bruselas, donde aprendió malabarismo y acrobacia, tuvo cáncer de huesos y tuvieron que amputarle una pierna a la altura del muslo.

Entonces se replanteó su trabajo en escena y en el espectáculo y durante varios años dirigió un proyecto de creación en Túnez, donde se reencontró con su "viejo amigo" Bolze.

Deciden hacer "Alí" para contar sin palabras su encuentro, para convertirse en uno, proyectarse y descubrir la fuerza de la complicidad y de la confianza.

El espectáculo, de 25 minutos, es una emocionante y festiva confrontación de talentos, de capacidad física, de fuerza, de acrobacia, de humor e ironía, en el que ambos utilizan al comienzo las muletas para abandonarlas y servirse del otro como punto de apoyo rivalizando en destreza alrededor de una silla.

El primer trabajo que hacen juntos Bolze, "un lionés estúpido del 74", y Thatet, "un bruselense que es un árabe nacido en el 76", se llama "Alí" porque ese es el nombre del hermano del segundo y les parecía muy atractiva la idea de conjugar mundos tan distintos.

En el proceso de confección de su "monstruo de feria" provocan en numerosas ocasiones el asombro del público, sobre todo cuando Thabet baila y hace acrobacias en el aire sin apoyo alguno, pero, sobre todo, sus risas.

"Nunca nos preguntamos cómo iba a recibir el espectáculo el público, sólo queríamos ser nosotros. Tenemos sentido del humor y somos amigos y eso se transparenta y estamos muy satisfechos de la gente se divierta pero no hemos hecho las cosas pensando en hacer reír", asegura Bolze.

En cuanto a la estabilidad de Thabet, su compañero subraya que esa "proeza" se debe "al equilibrio de su cabeza, no de sus piernas" y en la seguridad que se proporcionan mutuamente en escena.

"Lo que nos diferencia no es la cantidad de piernas que tenemos cada uno sino nuestra percepción de la vida. Siempre habrá alguien que tiene una cosa menos que tú o más que tú", ríe Bolze.

Concha Barrigós

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