Amaya Uranga: "Mocedades no habría existido sin Juan Carlos Calderón"

  • Amaya Uranga, la cara más visible de Mocedades y posteriormente de El Consorcio, ha destacado hoy la enorme "riqueza y gusto" musical del que fue su primer y más longevo productor, Juan Carlos Calderón, fallecido por una insuficiencia cardíaca, y el papel determinante que jugó en su carrera.

Madrid, 26 nov.- Amaya Uranga, la cara más visible de Mocedades y posteriormente de El Consorcio, ha destacado hoy la enorme "riqueza y gusto" musical del que fue su primer y más longevo productor, Juan Carlos Calderón, fallecido por una insuficiencia cardíaca, y el papel determinante que jugó en su carrera.

"Sin él, probablemente no existiría Mocedades o sería otro grupo diferente", ha dicho la cantante a Efe sobre este prolífico músico y compositor, al que se ha referido como "un compañero de fatigas", responsable, entre otros, de su gran éxito "Eres tú".

"Esa canción ha superado a sus intérpretes y al autor, es un gran clásico", ha señalado sobre este tema, con el que Mocedades consiguió un meritorio segundo lugar en el Festival de Eurovisión de 1973 y que años después fue designado en una votación europea como la undécima mejor canción de la historia de este evento musical.

Amaya Uranga, junto a sus hermanos Estíbaliz e Iñaki, además de Sergio Blanco y Carlos Zubiaga, ya reconvertidos en El Consorcio, volvieron a reencontrarse artísticamente en 2010 con Calderón para facturar el disco "Querido Juan", que reunía composiciones inéditas del que fue su descubridor.

"Era un genio, esa es la palabra para definirlo, de una riqueza y un gusto musical increíble, que además escribía unas letras de chapó", ha añadido Uranga, que habló por última vez con Calderón a principios de verano.

"Luego se puso malo y no quería que le viéramos. Era un esteta en todos los aspectos", ha añadido la artista, que se ha declarado "sin palabras" ante la marcha de este autor, premio de honor de los Premios de la Música 2010 y colaborador habitual de otras figuras como Joan Manuel Serrat y Luis Eduardo Aute.

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