Árabes convierten el duelo por García Márquez en nuevo vínculo con Suramérica

  • Si la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez ha provocado una onda expansiva mundial, la devoción por su figura en los países árabes puede ilustrar los lazos culturales, invisibles pero existentes, que unen a esta región con Suramérica.

Enrique Rubio

Riad, 29 abr.- Si la muerte del escritor colombiano Gabriel García Márquez ha provocado una onda expansiva mundial, la devoción por su figura en los países árabes puede ilustrar los lazos culturales, invisibles pero existentes, que unen a esta región con Suramérica.

En la inauguración hoy de la III reunión de ministros de Cultura árabes y sudamericanos (ASPA), la anfitriona, Arabia Saudí, sumó el pesar por la desaparición del escritor al sustrato cultural que ambos mundos comparten y que se espera que crezca.

"Los ecos de la pérdida del prestigioso García Márquez en Arabia Saudí y todo el mundo árabe muestran la convergencia de los vínculos culturales y de civilización entre nuestros pueblos", dijo en su discurso de apertura el ministro saudí de Cultura, Abdelaziz al Joya.

En efecto, los medios de comunicación árabes no ahorraron en papel ni en minutos de emisión para hablar del colombiano universal, que acercó en sus libros una realidad que para los países de la región no resulta en absoluto ajena.

Con el propósito de que la literatura y las artes de ambos mundos tengan un sentido bidireccional, los estados que forman el ASPA buscan estos días nuevas formas de cooperación y, sobre todo, de ejecutar proyectos que ya se lanzaron en las previas citas de Argel (2006) y Río de Janeiro (2009).

"La cultura está lista para viajar", sentenció el viceministro peruano de Cultura, Luis Castillo.

Para Castillo, este encuentro se concibe como "una plataforma para el desarrollo cultural, que puede convertirse en la bandera principal de la interacción entre nuestros pueblos".

El peruano reconoció los desafíos que su país enfrenta a la hora de proteger su patrimonio cultural, un "flagelo" que comparte con muchos países árabes y contra el que se puede hallar un espacio común.

"Hay taras que para algunos países son tremendas por el enorme legado que hemos recibido. Ese legado debe ser una de las bases fundamentales de nuestras estrategias de desarrollo sostenible", subrayó.

En declaraciones a Efe, uno de los grandes "cerebros" de la cooperación cultural entre ambas orillas del Atlántico y director de la biblioteca virtual BibliASPA, el brasileño Paulo Daniel Farah, consideró que los países han entendido la importancia de la cultura como herramienta de acercamiento.

Farah citó logros como la publicación de más de 50 libros, la futura creación del Museo ASPA en Sao Paulo (para el que los países árabes ya han comenzado a donar obras), o la celebración del Festival Sudamericano de Cultura Árabe en 17 ciudades.

Esta asociación de nuevo cuño, impulsada por el expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, ha vivido momentos de zozobra tras el estallido de la Primavera Árabe, en 2011, aunque parece haber recobrado nuevos bríos recientemente.

La Declaración de Riad, que deberá ser aprobada mañana en el plenario, avanza en la concreción de varios proyectos pendientes y presta una especial atención al respeto de la religión.

El ministro saudí, que anunció la creación por parte de su país de un nuevo portal de internet de Cultura Árabe-Suramericana, aludió en repetidas ocasiones al Centro de Diálogo Interreligioso Abdalá bin Abdelaziz, impulsado por el actual monarca del país.

Esas alusiones también se aprecian en el texto final, aunque, según confesó a Efe una fuente diplomática, en las reuniones "ha habido que pulir numerosas referencias proselitistas religiosas que se habían incluido en el borrador".

Mañana se clausurará la reunión con la aprobación del texto final, y los ministros de Cultura volverán a darse cita, en principio, en 2017 en algún país suramericano por establecer.

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