Las galerías de ARCO certifican el buen momento del mercado del arte, tras dos jornadas dedicadas al público profesional, caracterizadas por las "buenas ventas" y el "entusiasmo" de los coleccionistas, según reconocen todas las galerías consultadas. Aunque la tónica general es positiva, alguna galería cree que quizá este año las ventas han ido un poco más despacio, no tan rápidas como en los dos años anteriores, que batieron todos los récords.
La feria, que este viernes cruza el ecuador de su programación y abre las puertas al público general, vive ajena a la crisis del coronavirus, y solo se han visto por la feria a un par de visitantes con mascarilla. Desde primera horas de la mañana la feria se ha llenado de estudiantes y publico familiar, y en algunas galerías era difícil moverse.
Las más de 200 galerías que participan en la feria están muy contentas con la marcha de la feria y no han notado menos afluencia de coleccionistas por la epidemia. La galería Malborough por ejemplo, nada más abrir el jueves vendió a un coleccionista por teléfono una de sus obras más caras, un tríptico de Antonio López, 'Rosas de Invierno I, II y III', por 300.000 euros.
Una portavoz de la galería aseguraba que la feria va tan bien como el año pasado y esperan que siga igual en los dos días que faltan para el cierre. De su nómina de artistas este año, que incluye a Juan Genovés o Martín Chirino, los más solicitados han sido Abraham Lacalle y Blanca Muñoz.
Leandro Navarro, en cuya galería están algunas de las piezas más caras -un móvil de Calder por 1,8 millones o un Kandinsky por 1,5- ha vendido un encapsulado de Dario Villalba, "Preso", a la Fundación María Cristina Masaveu Peterson y dos piezas de Pablo Gargallo, de la que gestiona el legado. "La sensación es muy buena, han venido coleccionistas de todo el mundo" -ha señalado a Efe Leandro Navarro. No ha cerrado -todavía-, la venta de las piezas más caras pero ha habido "mucho interés por ellas".
La venta de las piezas grandes no es rápida, y muchas veces la feria sirve para hacer contactos de operaciones que se cierran más adelante. Sería el caso de 'Lo profundo es el aire', la escultura de 4,5 toneladas de granito rosa de Chillida que la galería Hauser&Wirth vende por 5 millones de euros, y en la que se han interesado varios compradores. "No tenemos ninguna prisa en venderla, tiene que encontrar su espacio", explicaba Susie Gúzman, senior director de la galería. La Fundación María Cristina Masaveu Peterson es una de las grandes compradoras de la feria. Ha adquirido un cuadro de Joan Hernádez Pijuan en Cayón, un Markus Oehlen en Juana de Aizpuru, y un gran escultura en madera de María Luisa Fernández, de Maisterravalbuena.
Ha comprado también 'Forma en la naturaleza', una gran obra en cuerdas de sisal trabajado en punto de media de Amelia Muñoz en la galería José de la Mano. La galería madrileña ha dedicado este año su espacio a mujeres artistas de los 60, 70 y 80, poco reconocidas en su tiempo y cuyos legados tratan de recuperar.
Muñoz, aunque desconocida, es un referente del arte textil y su obra está expuesta en el MOMA. Alberto Manrique de Pablo, uno de los responsables de la galería, esta "muy, muy satisfecho" con la feria y confían en que la tónica siga igual en los próximos días. Un sentir parecido comentan en la galería Helga de Alvear y Fernandez-Braso.
Adolfo Cayón (de galería Cayón), se ha mostrado también muy positivo con las dos jornadas dedicadas al público profesional de la feria, y ha notado "mucho entusiasmo" en los coleccionistas, sobre todo en los extranjeros.
La galería Forsblom finlandesa, que ha sido una de las más atención ha acaparado por el cuadro 'Franco no era tan malo como dicen', ha coincidido en las dos buenas jornadas de la feria y ha preferido ocultar si el polémico cuadro se ha vendido, ya que "lo importante para este artistas no es vender", ha explicado Aino Pisila, manager del stand de la galería.
El Museo Reina Sofía ha comprado obra de ocho artistas, casi todo mujeres, por valor de 206.000 euros. La nómina la forman Cabello/Carceller, Sara Ramo, Ana Buenaventura, Victoria Gil, Daniela Ortiz, Jacqueline Mesmaeker y el danés Henrik Olesen.
La Fundación ARCO ha adquirido, un año más, una serie de obras sufragadas con la recaudación de la cena benéfica que celebra cada año. Entre las piezas elegidas, se encuentra obras de June Crespo (galería Carreras Múgica), Caroline Achaintre (Arcade), Anna Bella Geiger (Galería Aural); Feliza Bursztyn (Casas Riegner) Carolina Cayzedo (Francisco Fino), y Nohemí Pérez (Instituto de Visión).
Los próximos días la tónica de la feria la marcará el público general, que no quiere tanto comprar como disfrutar de las excepcionales obras de arte que antes o después caerán en manos privadas, y todas las galeristas consultadas están convencidos de que hasta el domingo que cierra la feria, se cerrarán muchas ventas.
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