Argentina se descubre más allá de la pasión carnívora

  • Pilar Salas.

Pilar Salas.

Madrid, 31 oct.- Aunque la parrilla de carne y la empanada criolla son los platos más populares de la cocina argentina, el octavo país más grande del mundo alberga una diversidad que se expresa en su gastronomía y que su Gobierno quiere descubrir ahora a España.

Los contrastes orográficos y climáticos se reflejan en productos como los langostinos de la Patagonia, la merluza austral, el zapallo, la yerba mate y gran variedad de patatas y verdura de hojas. También la influencia de las distintas culturas que han forjado al pueblo argentino -desde españoles a italianos pasando por los incas- tiene su sello en las elaboraciones.

Consciente de que el turismo gastronómico es un valor en alza, el Gobierno argentino, a través de su Embajada en España, ha organizado la I Semana Gastronómica Argentina, que se celebra del 15 al 24 de noviembre en el Hotel Urban de Madrid, para demostrar que su cocina va mucho más allá de la pasión carnívora.

El chef Javier Brichetto, argentino afincado en España y formado en restaurantes como elBulli y El Celler de Can Roca, ha diseñado un menú de ocho pases en formato tapa -su especialidad- que "recorre de Norte a Sur la Argentina" y que se riega con una selección de sus caldos, ha explicado a Efe.

Brichetto ha "actualizado" platos tradicionales como la humita, una sopa que convierte en una croqueta líquida y sirve junto a una empanada jujeña, o los langostinos patagónicos, que presenta en láminas con quínoa ahumada y chimichurri cítrico.

Rellena de cerdo ibérico el tamal de maíz del Norte para mostrar la influencia española en la cocina del país austral, y aplica el escabeche, que se utilizaba en la provincia de Córdoba para marinar carne de caza, para enriquecer una merluza del Atlántico "suavemente ahumada" que acompaña con crujiente de trigo y menta poleo.

No falta el ojo de bife madurado 28 días, acompañado de papa amarilla y Malbec con algarrobo, reinventa en su crema de whisky la copa Don Pedro, uno de los postres más antiguos del país e imprescindible en toda heladería de barrio, y da un original uso a la prehispánica yerba mate en forma de bombón con chocolate blanco.

El menú se armoniza con una selección de vinos de las bodegas Rutini, de la región de Mendoza, y tiene un coste final de 45 euros gracias a que "la Embajada asume la mitad del precio, que es el doble", ha apuntado a Efe Sebastián Laino, responsable de la Oficina de Atracción de Inversiones en España de la Embajada.

La propuesta se ha diseñado "para acercar la gastronomía argentina al español, porque creemos que en este país hay camino por recorrer saliendo de lo trillado, la empanada y la parrilla", ha añadido.

Por su parte, Brichetto, quien ha recordado que "la mayoría del gambón que se vende en España viene de Argentina" y que su país "es la alacena de España en distintas temporadas", ha destacado la "riqueza de productos" de su país, pero especialmente "de sabores", que ha querido resaltar con sus creaciones.

El cocinero cree que la expansión por el mundo de restaurantes argentinos limitados a la parrillada de carne y a las empanadas ha contribuido al "reduccionismo" que ahoga el conocimiento de la gastronomía de su país, aunque cree que es un concepto "pasado de moda", por lo que anima a los responsables de estos establecimientos "a reinventarse, porque en la parrilla no sólo cabe la carne".

De esta I Semana Gastronómica Argentina, que se completa con degustaciones gratuitas de tapas neoandinas en el bar del hotel (choriburguer, croqueta de yuca crujiente y lengua a la vinagreta en tempura) espera que contribuya a que los españoles "descubran sabores nuevos y no los olviden".

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