En respuesta a las preguntas de su abogado, José Zaforteza, Matas ha reconocido que no hubo concurrencia en la contratación del arquitecto Ralph Schürmann porque se le imponía por la Unión Ciclista Internacional (UCI) y que después de ver que no se podían cumplir los plazos contactó con GR1, el despacho de arquitectura de los hermanos García-Ruíz.
Por otro lado, Matas ha asegurado que en su momento nadie le dijo que "el proceso fuera ilegal" y solo ha admitido la "responsabilidad política". Así, se ha desligado de los trámites administrativos para la ejecución de la infraestructura.
De esta manera, ha negado ser él quien pidiese a la fundación Illesport, dirigida por el que fuera el director general de Deportes, José Luis 'Pepote' Ballester, la elaboración del proyecto y que la elección de Schürmann, como primer arquitecto se llevó a cabo tras un informe presentado por el propio Ballester.
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