El juego sí se ha contagiado de la adversa meteorología. No ha sido partido vistoso, pero sí de oficio, de peón, de construir desde la defensa, de anular genios y llevar el oval al barro. Era el planteamiento que le convenía al conjunto catalán, que ha sabido jugarle desde el minuto uno al favorito y, hasta hoy, vigente campeón.
Porque el SilverStorm El Salvador no ha tenido la concentración necesaria para repetir hazañas pasadas. Desde que Zorrilla es sede de finales el rugby más modesto siempre acaba haciendo pie. Quizá sea el peaje a pagar, la presión que ahoga ideas y aflora ansiedad. El año pasado le pasó al Quesos Entrepinares y este año ha sido a los de blanquinegros.
El caso es que, en la primera parte, el oval ha vivido más cerca de la zona de ensayo catalana. Era lo esperado. Por calidad, por jugar en casa y, también, porque la Santboiana se encontraba cómodo ahí. Su defensa no ofrecía fisuras. Bien aplicada en las melé y en los maul se dejaba querer buscando su oportunidad.
El Salvador quería pero no podía. Apretaba, buscaba el juego a la mano pero le faltaba claridad y rapidez. El oval resbalaba con la misma rapidez que pasaban los minutos. Sin embargo, al filo del descanso Jaime Mata conseguía transformar su segundo golpe de castigo para llevar al vestuario al equipo vallisoletano por delante en el marcador 0-3.
Y hasta ahí llegó el SilverStorm El Salvador. Los catalanes que se habían mantenido en un discreto segundo plano comenzaron a percutir en delantera y en el marcador. Dos golpes de castigo, uno de Matenga Baker y otro de Albert Millán, el jugador más decisivo de la final, volteaban el partido.
El golpe lo acusó el equipo vallisoletano que ponía corazón, pero no juego. De echo, la precipitación se convirtió en el mejor jugador de los catalanes. Un error en una melé cerca de su propia línea de marca propició un ensayo de Nicolás Francisquelo.
Ahí, sin saberlo todavía los de Juan Carlos Pérez, el partido había muerto. Porque el partido se fue moviendo al ritmo que marcaba la Santboiana. Solo dos golpes de castigo, uno de Mata y otros de Millán dejaban el marcador en 16-6 que le daba a los catalanes su décimo segúnda Copa del Rey.
FICHA TÉCNICA
Unió Esportiva Santboiana: Josep Balsalobre, Sam Sturgess, Amirani Chichua, Álex Palomo, Oriol Pujol, Liam Mitchell, Rubén Sanz, Afa Tauli; Héctor García, Ethan Woodmass, Nico Francisquelo, Brad Truesdale, Matenga Baker, Federico González y Hugo Pichot.
También jugaron: Youri Petit, Paolo Ragazzi, Joaquim Delgá, Josep Puigbert, Pietro Moreschi, Albert Millán, Nil Baró y Jeremy Berguer.
SilverStorm El Salvador: Gabriel Fernández, Dani Marrón, Leandro Wozniak, Víctor Sánchez, Michael Walker-Fitton, Matthew Foulds, Gonzalo Núñez, Joe Samuelu Mamea; Juan Ramos, Jaime Mata, Sampie Mastriet, Tom Pearce, Antoine Sánchez, Raphaël Blanco y Alberto Díaz.
También jugaron: Max Vega, Manu Serrano, Fernando G. Altés, Gerardo de la Llana, Pablo Medina, Alejandro Sánchez de la Rosa, Pablo Reneses y Guillermo Villagrá.
Anotaciones: 0-3 (min. 40) Golpe de castigo de Jaime Mata. 3-3 (min. 50) Golpe de castigo de Matenga Baker. 6-3 (min. 52) Golpe de castigo de Albert Millán. 13-3 (min. 56) Ensayo de Nicolás Francisquelo transformado por Albert Millán. 13-6 (min. 65) Golpe de castigo de Jaime Mata. 16-6 (min. 78) Golpe de castigo de Albert Millán.
Árbitro: Alhambra Nievas. Mostró tarjeta amarilla a Gabi Fernández por parte de SilverStorm El Salvador.
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