Art Basel Miami Beach cumple diez años convertida en un fenómeno de masas

  • Art Basel Miami Beach abrió hoy sus puertas e inició su décimo aniversario convertida en un fenómeno de masas, en una cita imprescindible para los coleccionistas de arte que ha despertado también, para bien o para mal, el fervor de una riada de turistas.

Emilio J. López

Miami (EE.UU.), 1 dic.- Art Basel Miami Beach abrió hoy sus puertas e inició su décimo aniversario convertida en un fenómeno de masas, en una cita imprescindible para los coleccionistas de arte que ha despertado también, para bien o para mal, el fervor de una riada de turistas.

Es sin duda el componente lúdico que entraña su celebración, el carácter festivo de los innumerables actos al aire libre, los encuentros y muestras paralelas, lo que ha hecho que se convoque cada año en estas fechas un mayor número de visitantes que llenan los hoteles de lujo de South Beach y que generan un importante ingreso de dinero para la maltrecha economía de la ciudad.

Los organizadores de Art Basel Miami Beach, filial de la feria principal en Basilea (Suiza), se frotan las manos ante las buenas perspectivas de ventas y esperan que más de 50.000 personas, una buena parte turistas, pasen este año por el Centro de Convenciones de Miami Beach o asistan a las numerosas "ferias satélites".

El crecimiento constante de la feria, pese a los últimos años de recesión económica, se traduce hoy en un 50 % más de espacio expositivo comparado con 2002, cuando comenzó la muestra, y en la presencia de más de 260 galerías, frente a las 200 que concurrieron a la primera edición, y obras de unos 2.000 artistas.

Al margen de aspectos, es innegable que la feria y la eclosión de arte joven concita el máximo interés del selecto club de los coleccionistas de arte, compradores y marchantes. De hecho, durante estos días aterrizan más jets de lujo en Miami que en las fechas de la Super Bowl, la final de la liga de fútbol americano.

El efecto beneficioso de la feria, que concluye el próximo domingo, se puede medir también por el número de galerías de arte abiertas en la ciudad, que contaba sólo con una docena en 2002 y hoy suman cerca de sesenta.

El miércoles, cuando se abrieron las puertas sólo a invitados VIP, coleccionistas y medios, era ya visible la expectativa creada por esta edición con una multitud impaciente en las puertas del recinto ferial.

Entre los asistentes se pudo ver a personalidades tan variadas como el matrimonio formado por Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas, el cantante colombiano Jorge Villamizar, el polémico galerista neoyorquino Tony Shafrazi y el magnate venezolano Gustavo Cisneros, acompañado de su esposa.

Hoy entre los primeros visitantes que accedieron al Centro de Convenciones había quien criticaba ese acceso VIP anticipado, asegurando que las piezas más interesantes ya estaban vendidas.

La venta de arte en esta feria siempre ha gozado de buena salud, y en esta edición las ventas parecen ir viento en popa para las galerías.

Los coleccionistas fijan su atención en artistas famosos actuales como el disidente chino Ai Weiwei, que muestra varias esculturas conceptuales, entre otras un tronco de árbol hecho a base de pedazos de madera reciclados. O la controvertida creadora australiana Patricia Piccinni (1965), cuyas hiperrealistas esculturas antropomórficas no dejan a nadie indiferente.

Se encuentran obras curiosas como la estatua de cera del príncipe Guillermo de Inglaterra titulada "Compromiso", obra de la estadounidense Jennifer Rubell; o "Un diálogo íntimo con Fridha Kahlo", de la japonesa Yasumasa Morimura (1951).

Toda corriente artística está recogida en esta feria, la mayor y más importante de las Américas.

Desde obras del siglo XX y de movimientos como el Dada, Constructivismo, Bauhaus, Modernismo, Surrealismo o Cubismo, hasta la vanguardia de la década de 1920 y 1930, el Futurismo o los creadores emergentes del siglo XXI, arte moderno y contemporáneo estadounidense, europeo y latinoamericano.

Esta fiebre de arte y negocio que vive Art Basel Miami Beach ha subido sin duda de temperatura con el desembarco de artistas latinoamericanos y la pujanza de los coleccionistas de Hispanoamérica.

Así, de las 260 galerías seleccionadas, una treintena son latinoamericanas, además de once españolas.

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