Artista uruguayo Páez Vilaró participa en su último Carnaval a los 90 años

  • El artista uruguayo Carlos Páez Vilaró participó este viernes en sus últimas Llamadas, como se conoce el desfile de comparsas de origen africano en el Carnaval uruguayo, poco más de tres meses después de cumplir noventa años.

Montevideo, 14 feb.- El artista uruguayo Carlos Páez Vilaró participó este viernes en sus últimas Llamadas, como se conoce el desfile de comparsas de origen africano en el Carnaval uruguayo, poco más de tres meses después de cumplir noventa años.

El pintor y escultor fue sin duda uno de los protagonistas de la jornada carnavalesca al participar en las Llamadas con la comparsa de candombe Yambo Kenia, tras varios años de no intervenir por problemas de salud.

Con nueve décadas a sus espaldas, el artista se vistió y disfrutó de la fiesta como el resto de sus compañeros, mucho más jóvenes, de la misma manera en que lo había hecho durante setenta años.

Una semana antes, había publicado un artículo en el diario uruguayo El País en el que anunciaba el fin de su "aventura entre tambores", el instrumento que caracteriza la música de las llamadas.

"(Fue) un final que nunca quise aceptar, pero que la vida nos obliga a cumplir", confesó.

Detalló además que su intención fue retirarse dándose "un baño de pueblo", en alusión al tinte popular de esta fiesta, una de las más queridas del calendario nacional.

Nacido en Montevideo el 1 de noviembre de 1923 en el seno de una familia acomodada, Páez Vilaró dedicó su obra pictórica a la cultura de raíz africana que rodea el Carnaval uruguayo, considerado el más largo del planeta.

Se fue a vivir a un "conventillo" (vivienda colectiva) llamado Mediomundo, en el populoso Barrio Sur montevideano, donde se celebran las Llamadas, para vincularse con ese colectivo a través de su pincel y del tambor.

Recorrió luego África pintando murales en lugares tan pintorescos como palacios presidenciales y en coincidencia con el histórico proceso de independencia de aquel continente, al llegar a la segunda mitad del siglo XX.

En 1967 cerró el Festival de Cine de Cannes con un filme documental sobre aquella peripecias titulado "Batouk".

Antes, en 1960 había pintado en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington el mural "Raíces de la paz", considerado entonces el más largo del mundo por sus 162 metros.

En 1972 vivió una de sus experiencias vitales más intensas cuando su hijo Carlos Miguel sobrevivió a la famosa tragedia de los Andes, el accidente aéreo de un equipo de rugby uruguayo que luego fue llevado al cine. Nunca perdió la fe en encontrarlo porque tenía a Dios de "copiloto", recalca una y otra vez.

Devorador de vivencias que le llevaron a conocer a Pablo Picasso, Salvador Dalí, Andy Warhol, Fidel Castro o Brigitte Bardot, Páez Vilaró es uno de los pocos uruguayos que puede vanagloriarse de tener una placa con su nombre en el "Espacio de los Soles", en la calle peatonal Sarandí de Montevideo.

Comparte el privilegio con personalidades como Mario Benedetti, el exfutbolista Alcides Edgardo Ghiggia y la actriz Concepción "China" Zorrilla.

Páez Vilaró es además autor de Casapueblo, una fantasiosa construcción en la confluencia del río de la Plata y el océano Atlántico que con los años se ha convertido en uno de los principales reclamos turísticos de Uruguay.

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