Así se hizo A Troya, la tragedia griega protagonizada por los reclusos de Aranjuez

Fueron 18 reclusos quienes protagonizaron esta adaptación del texto clásico de Eurípides, “Hécuba y las troyanas”; pero detrás de este proyecto intramuros han colaborado un total de 150 internos. Éste es el making of de esta iniciativa cultural de reinserción que culminará en un documental.

El proyecto teatral se gestó en diciembre. Los presos recibieron talleres y conferencias de interpretación, escenografía, escritura y música, de la mano de artistas como Antonio Gamoneda, Rodolfo Cortizo –director de la obra-, Carmen Vela o Sean Mackaoui; incluso el actual ministro de Educación, Ángel Gabilondo, antes de ocupar su cargo, impartió una conferencia de filosofía en el centro penitenciario.

Meses más tarde, en la primavera, comenzó la elección del reparto de actores, la formación del equipo de trabajo. De manera paralela, un programa de radio desde la cárcel iba informando de los avances. Un taller de fotografía también dejaba testimonio de la experiencia en los escenarios. Los ensayos se realizaban una o dos veces a la semana, intentando cuadrar disponibilidades, sobre todo, de las reclusas con hijos.

La idea era que en “A Troya” participaran internos sin experiencia teatral, aunque también se optó por presos con algunas tablas, como, por ejemplo, Catalina, de 24 años, de origen dominicano, la actriz protagonista en el papel de Hécuba.

“Todos los reclusos tenían como objetivo común sacar “A Troya” adelante: desde la adaptación del texto, hasta la escenografía, la interpretación o la música de la obra, apartados en que todos los internos trabajaron activamente”, comenta Álvaro Crespo, responsable de Prisiones de Solidarios para el Desarrollo.

Esta ONG es una de las responsables de este proyecto cultural de reinserción impulsado por el Círculo de Bellas Artes, la Obra Social de Caixa Catalunya y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, con la colaboración de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Finalmente, el pasado 1 de julio, en un auditorio con cerca de 300 personas, entre reclusos y organizadores, “A Troya” se estrenó entre los muros del centro penitenciario de Aranjuez. El público rompió en casi cinco minutos de aplausos una vez terminada la adaptación de una obra que ahonda en los efectos de la guerra, la justicia o la igualdad de género, temas que trató Eurípides en el año 424 antes de Cristo y que aún permanecen vigentes.

“Después de la representación, los internos estaban ilusionados por la respuesta de sus compañeros; pero también estaban tristes porque finaliza el proyecto”, afirma Álvaro Crespo.

La iniciativa, sin embargo, no es más que un punto y seguido. Está previsto un documental con las mejores imágenes y testimonios los participantes. ¿Veremos el making of de “A Troya”? Previsiblemente, sí. El Círculo de Bellas Artes dispone de más de 200 horas de grabación audiovisual, pendiente de montaje y edición, de esta experiencia de teatro entre rejas como fórmula de reinserción social.