Vuelven a la civilización

Albert Barranco se queda a las puertas de la gran final de 'Supervivientes'

Supervivientes llega a su recta final. /L.I.
Supervivientes llega a su recta final. /L.I.

Tras más de cien días en Honduras, los concursantes de ‘Supervivientes’ vivían este jueves la primera parte de la final del ‘reality’ de Telecinco. Debido a la crisis del coronavirus, los cinco participantes aterrizaban este martes por la mañana en Madrid. La obligatoriedad de una cuarentena ha forzado que la última parte del concurso se produzca en España. Jorge y Barranco se jugaban su continuidad en el programa de supervivencia y, con ello, el pase a la segunda parte de la final.

Los supervivientes, aislados en un complejo hotelero a las afueras de Madrid, aún tienen una semana más por delante para intentar ganar el maletín con los 200.000 euros del premio. También Lara Álvarez aparecía en directo para comentar cómo había sido la vuelta de los supervivientes. "Ha sido un impacto llegar a España", aseguraba. Las imágenes de su llegada mostraban a una Ana María Aldón que sufría un ataque de ansiedad. En la gala, confesaba el motivo: "Cuando estaba en el aeropuerto oí como me decían que qué me parecía que mi hija se hubiese sentado en un plató de televisión".

Incluso la Policía tenía que intervenir para garantizar la seguridad de los concursantes. "Fue muy impactante ver a todo el mundo con mascarillas y a dos metros", comentaba Rocío Flores al ver las imágenes. Además del protocolo obligado debido a la pandemia, los concursantes palpaban la gran expectación que causaban entre el público presente en el aeropuerto. A su llegada al hotel en el que convivirán durante estos últimos días, eran sometidos a un test para comprobar si habían estado en contacto con el coronavirus. Afortunadamente, el resultado era negativo.

Así, comenzaba una nueva etapa de convivencia, esta vez en Madrid. Y desde el primer día se producía el primer incidente. Hugo Sierra pedía no dormir junto a sus compañeros: “Voy a pedir que me cambien". “Me gusta estar solo, me gusta mucho el orden y somos adversarios. No aguantaba más", afirmaba el uruguayo. La organización del programa accedía a esta petición y así, los supervivientes procedían a disfrutar de una gran cena. Con mejor aspecto que en Honduras tras poder ducharse y vestirse con otra ropa, Jorge y Barranco vivían la última ceremonia de expulsión. Jorge Javier transmitía la decisión del público: “El salvado es Jorge”. Así, Albert Barranco se quedaba a las puertas de la gran final.

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