Ya se cuentan las horas en Reino Unido para dar la bienvenida al primer hijo de Harry y Meghan. La duquesa de Sussex ya habría salido de cuentas y todo está listo para el alumbramiento, sobre el que se han conocido ya algunos detalles que, de nuevo, han levantado la polémica en Reino Unido. Porque la actriz ha cambiado por completo el protocolo que los Windsor venían siguiendo a la hora de dar a luz a sus bebés. Primero se supo que no lo tendría en el clásico hospital de la realeza, el St. Mary, y ahora se han conocido otras novedades que han generado un revuelo que ha llegado hasta la Reina Isabel II.
Porque Harry y Meghan querrían que el parto fuera lo más natural posible, prescindiendo de todo el equipo médico que sea posible, siempre sin poner en riesgo ni al bebé ni a la madre. Por ello, han prescindido del equipo de ginecólogos que habitualmente atiende a los miembros de la familia real. Además, se ha especulado con que una doula podría atender a Meghan durante el parto. Se trata de una mujer que proporciona ayuda emocional a la parturienta, pero que carece de conocimientos médicos. Este extremo no ha sido confirmado por Buckingham Palace.
Además, los ejercicios de preparación al parto que los duques han seguido han incluido meditación y masajes para lograr que Meghan esté lo más relajada posible. Además, la futura madre ha seguido una dieta vegana, algo que lleva años haciendo y que incluso habría inculcado al príncipe Harry. Así, ha surgido la posibilidad de que el bebé también lo sea, algo a lo que se habría opuesto Isabel II.
Fuentes de Buckigham han filtrado a la prensa que Meghan querría que su hijo también siguiera este tipo de alimentación, algo a lo que se negaría la soberana, que es una gran aficionada a la caza, tradición muy arraigada entre los Windsor. Por ello, la Reina se opondría a que su nuevo bisnieto no comiera carne, algo que ya hace su madre y que tampoco es de su agrado.
De hecho, en Buckingham esperan que todo sea debido a los nervios habituales antes del parto y que una vez que nazca el bebé Meghan se calme y sea más respetuosa con las tradiciones reales. Algo que, teniendo en cuenta su carácter y su personalidad, no deberían dar por hecho, pues sabe muy bien lo que quiere. Por el momento, y como ya se anunció en su momento, la habitación del pequeño se ha pintado con pintura vegana, lo que puede ser solo el principio de una educación y una alimentación basada en estos preceptos.
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