Jornada trascendental la de este domingo 11 de noviembre en París. Ante una intensa lluvia se ha celebrado el centenario del armisticio que puso fin a la I Guerra Mundial y hasta la capital francesa se han desplazado las más importantes personalidades de todo el planeta, pues se trataba de una fecha clave en la historia en la que la mayoría de grandes naciones estuvieron implicadas.
El anfitrión era el presidente francés, Emmanuel Macron, quien junto a su esposa Brigitte ha recibido a mandatarios internacionales como el presidente de Estados Unidos y su esposa, Donald y Melania Trump, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, o a la canciller alemana Angela Merkel. Como no podía ser de otra manera, también ha habido representación española, con el Rey Felipe y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Pero a quien se esperaba en París y finalmente no ha acudido ha sido la Reina Letizia. Estaba anunciada su presencia junto a la del Rey y a la de Sánchez, pero su 'baja' tiene una explicación muy lógica. Este lunes los Reyes emprenden un viaje a Perú y tendrán que afrontar una intensa agenda de solo dos días, de ahí que la Reina haya optado por quedarse a preparar todos los detalles de este desplazamiento. Si bien una figura ha ocupado su lugar en esta jornada.
Se trata de la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, que ha acompañado a Sánchez a París y ha departido con el resto de damas internacionales. Como puede verse en la siguiente fotografía, Begoña ha posado con el matrimonio Macron luciendo un sencillo abrigo negro y un traje de chaqueta y falda en color azul empolvado. Mientras, la esposa del presidente francés ha lucido un abrigo del mismo tono con unos vistosos botones dorados.
En un acto tan institucional y austero, el glamour no ha quedado de lado, pues allí estaba Melania Trump para dar como siempre una lección de estilo esté donde esté. La esposa del presidente de Estados Unidos ha lucido un vestido midi en color gris marengo con lazada al cuello y cinturón, que ha combinado con unos altísimos salones en negro, un abrigo en color gris y unos guantes negros altos de piel. De nuevo, haciendo un guiño a los años 60 y a los estilismos que lucían las primeras damas de entonces, como Jackie Kennedy, su gran referente de estilo.
Pero Melania no ha sido la única que ha lucido impecable bajo la lluvia parisina. La esposa de Alberto de Mónaco, la princesa Charlene, también ha dado una lección de elegancia con un look al más puro estilo Dior. La exnadadora profesional, conocida por su característico corte de pelo 'pixie', ha llevado unas elaboradas ondas, labios en rojo pasión y un abrigo de estampado pata de gallo con un lazo al cuello en el mismo tono. Simplemente radiante.
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