Begoña se derrumba en ‘Maestros de la costura’: "No quiero perjudicar a nadie"

La tercera edición de ‘Maestros de la costura’ volvía a La 1 este lunes con una nueva entrega del concurso. Una semana más, los nueve aspirantes se enfrentaban para evitar convertirse en el cuarto eliminado del programa. En la primera prueba, los participantes tenían que crear una capa al estilo de Manuel Piña. Vistos los resultados, María Escoté resumía su veredicto en un símil cinematográfico. Llamaba ‘Maléfica’ a Margarita “por haber robado tela” y comparaba a la pareja de Borja y David con la película ‘Dos tontos muy tontos’. Por el contrario, Begoña era la mejor valorada.

Begoña se enfrentaba al reto de dirigir los dos equipos, lo que despertaba las lágrimas de la aspirante. “No quiero perjudicar a nadie”, comentaba. Su agobio iba en aumento y Raquel Sánchez Silva iba en su ayuda brindándole su mano, logrando así calmar a Begoña. La segunda prueba del programa sembraba la tensión en el taller de ‘Maestros de la costura’. Desde el inicio, con la elección de las telas, surgían los encontronazos entre los compañeros.

Con el objetivo de confeccionar dos prendas del vestuario de dos bailarinas del programa ‘Prodigios’, los aspirantes se ponían manos a la obra. “Ay, ¡cuánta presión!”, afirmaba Begoña ante el reto que tenía por delante. Para esta prueba han contado con la presencia de Nacho Duato, juez de ‘Prodigios’, que destacaba la estrecha relación del baile con la moda y daba ánimos a los aspirantes.

“Me siento descentrada. Como que no chuto”, explicaba Begoña durante la ejecución de la prueba. Aunque el reto era para todos, Begoña cargaba con la mayor parte de la responsabilidad por ser la encargada de dirigir los dos equipos. La aspirante era la protagonista absoluta del programa. “Begoña por aquí, Begoña por allá, nunca habían mencionado tanto mi nombre”, expresaba la aspirante, que recibía las críticas de alguno de sus compañeros.