El Museo Whitney de Nueva York se pliega a su "niño bonito", Jeff Koons

  • Nunca el Museo Whitney de Nueva York había dedicado sus cuatro plantas a una exposición monográfica, pero su "niño bonito", Jeff Koons, bien lo merece como artista vivo mejor cotizado, como estrella casi pop del arte contemporáneo y por una carrera no exenta de polémica, boda con Cicciolina incluida.

Mateo Sancho Cardiel

Nueva York, 24 jun.- Nunca el Museo Whitney de Nueva York había dedicado sus cuatro plantas a una exposición monográfica, pero su "niño bonito", Jeff Koons, bien lo merece como artista vivo mejor cotizado, como estrella casi pop del arte contemporáneo y por una carrera no exenta de polémica, boda con Cicciolina incluida.

Con el museo lleno hasta la bandera, con verdaderos admiradores pidiendo autógrafos y con la institución rendida ante el artista que ellos mismos descubrieron en su bienal de 1987, Jeff Koons acudió a la presentación de mil amores. "Estoy disfrutando cada momento de esta situación", reconoció sin rubor.

Esta retrospectiva, que se inaugura el próximo viernes y monopolizará el Whitney hasta el 19 de octubre, es para Koons como "reunir a la familia". Una familia que luego viajará en noviembre al Centro Pompidou, en París, y llegará al Guggenheim de Bilbao del 5 de junio al 27 de septiembre de 2015.

Koons, en treinta años de carrera, acumula piezas ya icónicas que reinterpretan de manera ocurrente e irreverente la iconografía contemporánea (por ejemplo, "Michael Jackson and Bubbles" o sus "Popeye") y convierten el rígido acero en material inflable, como el "Dog Ballon" con el que batió el récord de 58 millones de dólares en subasta el año pasado.

"Eso es lo que quería en mi momento de 59 años, compartir mi viaje, mi diálogo con el arte con otros artistas, con la comunidad en general", aseguró, al prometer que, si bien esta es la mayor retrospectiva dedicada a su obra y servirá como broche al edificio del Whitney en la avenida Madison antes de irse a la parte baja del High Line, todavía queda mucho de Koons.

"Esta exposición en realidad es sobre el futuro y espero que me queden al menos otras tres décadas para crear arte", dijo.

Para él, el arte es "ser capaz de ejercitar la libertad que todos tenemos. La libertad como individuos que hacemos exactamente lo que queremos", por lo que agradeció al Whitney haberle dado "la oportunidad de hacer precisamente eso hasta el momento".

Siempre fue así. Koons (Pennsylvania, 1955) despojó de erudición a su obra para conseguir el impacto ante cualquier espectador, ora a través de unas aspiradoras dentro de una vitrina y rodeadas de fluorescentes, ora con un tren de acero relleno de bourbon, ora con su explícita traslación artística de su peculiar matrimonio con la actriz húngara Ilona Staller, conocida como Cicciolina, en la sección titulada "Made in Heaven".

"Esta exposición me ha dado la oportunidad de enseñar cuál es mi entendimiento de la crítica y el juicio. Enseña cuán maravilloso y trascendente puede ser el arte en las vidas de la gente y cómo no deben ser intimidados por las obras. No hace falta que saquen nada encima de la mesa, solo tienen que estar enfrente del objeto y dejar a ese objeto trabajar como un transportador y sentir el arte que hay en él", dijo.

Reconociéndose siempre deudor del arte y el dominio mediático de Salvador Dalí, a quien homenajea en una langosta colgante en la cuarta planta, lo recuerda como la persona que le enseñó que "el arte puede cambiar tu vida y tú como artista puedes cambiar la vida de otros", aseguró Koons, quien reconoció que sobre su cama cuelga un estudio de la obra "Tigre con Lenin disfrazado de chino", del pintor catalán.

Y, aunque considera que el arte tiene la función de "sentir tu existencia, expandir tus parámetros y hacerte mejor como ser humano" no oculta su satisfacción por el hecho de que, además, le haya servido para hacerse multimillonario, especialmente después de haber rozado la bancarrota: "No soy ingenuo y entiendo que hay aspectos muy positivos para la preservación de mis obras", concluyó.

Además de la exposición del Whitney, el tributo a Koons se completará con una escultura vegetal gigante titulada "Split-Rocker" que se situará en la entrada del Rockefeller Center, además de estrenarse en verano como inspiración para la moda en un convenio con la cadena de ropa H&M, que venderá a partir del 17 de julio un bolso con el "print" de su "Ballon Dog (Yellow)".

Mostrar comentarios