La huelga de la National Gallery supera los 100 días

  • "Me quedé sin ver a Rembrandt", lamentó amargamente la lituana Ieva tras visitar la National Gallery, una de las principales atracciones de Londres, cuyos empleados llevan 101 días de huelga.

El museo ha estado abierto todo este tiempo pero la huelga ha obligado a cerrar aproximadamente la mitad de las salas de la imponente pinoteca de Trafalgar Square, que cada año recibe 6 millones de visitas.

Los trabajadores se oponen a la privatización de los servicios de atención a los visitantes, como la seguridad o la venta de entradas, que afectaría a 400 trabajadores.

La dirección, por su parte, asegura que han ofrecido a los trabajadores afectados integrarse en las mismas condiciones en Securitas, la empresa que operaría esos servicios.

Este jueves, como es habitual, decenas de turistas aguardaban frente al museo a la hora de apertura, a las diez de la mañana.

A la entrada del museo, un cartel advertía "Debido a una huelga, algunas salas permanecen cerradas hoy", y un empleado comentaba con alarma a un compañero: "hoy es un desastre, todo está cerrado".

Los visitantes se catalogaban en tres: el amante de la pintura que había ido a ver algo específico y no había podido, el que había ido a ver algo específico y sí lo había logrado, y el turista enfrentado a la tarea colosal de ver Londres en tres o cuatro días, al que no le importaba haber acortado la visita al museo.

"No nos ha importado el cierre de salas", explicaron a la AFP Sara y Marco, una pareja de la región italiana de Abruzos, contentos de salir a la calle en el raro momento londinense en que el sol brillaba.

Jakub Vavra, un joven turista checo, estaba encantado: "vine a ver a los impresionistas, y la colección es una maravilla, las pinturas son asombrosas".

La National Gallery es un museo extraordinario con lo mejor de la historia de la pintura, del siglo XIII a princios del XX, con nombres como Van Eyck, Botticelli, Durero, Bellini, Leonardo da Vinci, Miguel Angel, Rafael, Caravaggio, Rubens, Velázquez, Rembrandt, Vermeer, Canaletto, Goya, Degas, Cézanne, Monet o Van Gogh.

Para la lituana Ieva, 25 años, la visita había sido frustrante. "Siempre quise ver la National Gallery, y esta es mi primera visita. El cierre me ha molestado porque me quedé sin ver a Rembrandt y otros artistas importantes".

Unos 230 empleados de los 600 de la National Gallery llevan a cabo la huelga, principalmente los afiliados al Sindicato de servicios públicos y comerciales (PCS, en inglés).

Los huelguistas reparten a la entrada del museo unos panfletos en cuatro idiomas -inglés, español, italiano y francés- en los que lamentan las molestias ocasionadas a los "queridos visitantes" y les emplazan a no visitar el museo y a firmar un manifiesto en internet.

"Les pedimos que no visite la galería hoy como muestra de apoyo a nuestra causa y que visite otros museos de Londres", dice la octavilla.

Clara Paillard, la presidenta de la división cultural de PCS, explicó que era optimista de cara a una resolución del conflicto: "estamos haciendo progresos y estamos sumidos en negociaciones de verdad", explicó a la AFP.

"Somos optimistas", sentenció, "aún no hemos llegado ahí pero avanzamos".

La dirección, sin embargo, lamentó la persistencia de la huelga. "Es el día 101º de huelga por este asunto", constató en un comunicado enviado a la AFP.

La privatización de parte de los servicios "nos permitiría operar más flexiblemente y mejorar nuestros servicios a nuestros 6 millones de visitantes anuales", agrega el texto.

La dirección concluye recordando que es "un bien público y tiene el deber de asegurarse de que la galería sea lo más accesible posible, para el máximo de gente posible".

al/jz

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