Una maqueta reproduce en tres dimensiones el plano de Bentura Seco para conocer el Valladolid de 1738

Una maqueta reproduce en tres dimensiones el plano de Bentura Seco para conocer el Valladolid de 1738
Una maqueta reproduce en tres dimensiones el plano de Bentura Seco para conocer el Valladolid de 1738
EUROPA PRESS
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La maqueta forma la pieza central de la exposición 'La ciudad de Bentura Seco. Valladolid, 1738', que podrá visitarse de forma gratuita desde este miércoles y hasta el próximo 11 de diciembre y que se completa con un audiovisual que explica la evolución de la ciudad desde sus orígenes en la Edad Media hasta la realización del plano, así como diferentes dibujos y grabados o un dragón de piedra que adornó una de las fachadas de la calle Sierpes.

En aquella época, Valladolid contaba con 19 puentes sobre los dos ramales de la Esgueva, hoy desviada; 10.000 vecinos, 16 parroquias, 48 conventos, cuatro puertas --Puente, Santa Clara, Tudela y Carmen-- y otros cuatro portillos --Balboa, Prado, Pólvora y la Merced--, según se recuerda en la exposición.

La encargada de inaugurar la muestra ha sido la directora de Políticas Culturales de la Junta de Castilla y León, Mar Sancho, quien ha destacado que este arranque coincide con el Día y la Semana de los Museos, dentro de una serie de actividades programadas en todos los espacios expositivos de la Comunidad.

En cuanto a la exposición sobre el plano de Bentura Seco, Sancho ha subrayado la "comparativa" que ofrece al visitante para ver "lo que un día fue esta ciudad".

MAQUETA

La maqueta de Juan José Fernández ha sido realizado a partir del plano original de Seco y el redibujado que en 1901 hizo de éste el arquitecto Juan Agapito y Revilla. Asimismo, se ha servido la obra de Daniel Villalobos Alonso 'Planta de la ciudad 1606-1738', realizada en 1990.

Como fuentes de información para el tratamiento de los diversos elementos integrados en la maqueta, se han consultado principalmente los estudios de Juan José Martín González, José Luis Sainz Guerra, Jesús Urrea y María Antonia Fernández del Hoyo, así como de los trabajos de José María Balsa Carrera y de Juan Carlos Urueña, con el apoyo de los grabados y litografías de monumentos y vistas de la ciudad publicados en distintas obras impresas y en Internet.

Las texturas de las tierras de labor se ha realizado con arenas de diferentes tipos y los ríos Pisuerga y los antiguos cursos de la Esgueva con metacrilato policromado y barniz final. Para las edificaciones se ha empleado principalmente poliuretano de alta densidad y, secundariamente, poliestirenos, plásticos o cobre.

Las fachadas más emblemáticas y edificios principales están dibujados previamente en Autocad y fabricados en chapa de madera mediante fresadora de control numérico. Así se han realizado aproximadamente 237 manzanas y 2.500 casas.

La policromía está ejecutada en su mayor parte con pintura acrílica mediante aerógrafo y pincel, con esmalte en algunas zonas singulares. Las zonas arbóreas, foresta y demás están hechas a base de alambre, colas, espumas coloreadas y maderas hasta sumar unos 700 árboles de cuatro tipos diferentes.

Sobre la maqueta, la voz de José Delfín Val explica la ciudad para resumir la descripción que de ella hizo, al pie de su plano, el propio Bentura Seco.

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