Bobby Gillespie de Primal Scream, un juglar sin estación término en Santiago

  • Con aspecto abstraído y una camisa brillante en tonos plateados, Bobby Gillespie, un juglar sin estación término, ha llevado la apoteosis a la compostelana Plaza de la Quintana, donde esta noche fue esperado por golosos impenitentes, una nutrida legión, en pie, que navegaba entre varias generaciones.

Ana Martínez

Santiago de Compostela, 7 sep.- Con aspecto abstraído y una camisa brillante en tonos plateados, Bobby Gillespie, un juglar sin estación término, ha llevado la apoteosis a la compostelana Plaza de la Quintana, donde esta noche fue esperado por golosos impenitentes, una nutrida legión, en pie, que navegaba entre varias generaciones.

La banda escocesa Primal Scream ha presentado en Galicia su último disco, "More Light", en una velada "especial" en la que han repasado los mayores "hits" de su carrera, tras la suspensión del concierto previsto inicialmente para el 31 de julio por el luto decretado tras el accidente ferroviario que causó 79 muertes.

El enardecido recital, que ha concluido diez minutos antes de las doce, ha arrancado a las 22:30 con los más de nueve minutos de '2013', un canto a la situación política y económica actual, en el que el grupo, que juega hábilmente con el saxo, cuestiona la autoridad y sitúa el rock donde ha de estar, en la agenda, para volver a causar levantamientos sociales.

Camisetas sin mangas, pañuelos, brazos en alto, botes... y un Gillespie que se fija en la luz de la catedral gallega, que está a sus pies, y en el destello sobre la misma se detiene porque cada una de sus interpretaciones no tiene mucho de experiencia religiosa, pero sí mística.

Por el concepto, la puesta en escena y esa comunión entre artista y público.

La complicidad de Bobby con el auditorio permite ver cosas que denotan la alegría del principiante. También pasiones difíciles de explicar para quien no las comparte.

Una persona ataviada con un disfraz de oso panda se perfila como un auténtico animal escénico. Gillespie sonríe ante esa estampa, y lo hace igualmente por la borrachera de éxito que está viviendo.

La psicodelia se abre camino con "River of pain", el sonido más sucio toma forma en "Hit Void", el guitarreo flotante invade "Turn each other inside out" y una atmósfera tranquila, aunque solo en apariencia, se asoma con "Tenement Kid".

El salvaje "riff" de "Relativity", una oda a la muerte, hace que los motores se enciendan, al menos, hasta quedar apaciguados por una balada con toques orientales, "Walking with the beast".

"Gracias, 'thank you'", repite una y otra vez Gillespie a sus seguidores, y algunos de ellos se atreven a corregirlo, "gracias no, 'graciñas', que así se dice en gallego".

Coincidencia o no, el bardo hace una seña, apunta a un lateral en el que, sobre la pared, puede verse una luminiscencia, la del Ayuntamiento de Santiago, la institución impulsora de esta frenética sesión pensada en sus inicios para coronar la celebración de las fiestas del Apóstol Santiago, suspendidas por la tragedia del Alvia en Angrois.

Bobby Gillespie mantiene el "gracias", que reitera con insistencia, al tiempo que cede el micro para que sean otros los que lo ayuden a entonar, esos que saben que Primal Scream ha vuelto a facturar un disco, "More Light", a la altura de sus mejores trabajos, como es el caso de 'Xtrmntr'.

Aún sin "Mani Mounfield", los de Glasgow siguen siendo lo de siempre, una banda de rock n'roll, de las mejores en el panorama independiente, y Bobby Gillespie, que pierde intensidad por momentos, continúa tratando de reencarnarse en Mick Jagger.

Lo hace con esa característica voz suya, arrastrando las erres; y con un "look" desgreñado y un punto lunático.

No hay bises, pero lo parece, merced a una singular despedida. La gente, a pesar de no contar con propinas, abandona satisfecha.

"Primal Scream aporta esos minutos estremecedores que hacen de una gran canción una pieza maestra", cuenta uno de los asistentes, que dice a Efe que lleva años siguiéndolos.

Es de los que maneja los codos y logra colocarse en las primeras filas. Este viernes lo ha hecho de nuevo, ya al inicio, para ver a los teloneros, los santiagueses "Dirty Socks".

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