Año de bodas en el Principado de Mónaco. Los Grimaldi han decidido pasar por el altar en 2019 y los festejos no cesan en uno de los lugares más adinerados y privilegiados del mundo. Así, después de la doble boda de Carlota Casiraghi, este fin de semana ha sido el turno de su primo Louis Ducruet, el hijo mayor de la princesa Estefanía.
El joven, que trabaja en el Mónaco Fútbol Club y también es la mano derecha de su tío, el príncipe Alberto, se ha casado con Marie Chevallier, su novia desde hace siete años. Ambos se conocieron en la universidad y desde entonces no se han separado, así han decidido dar este importante paso con tan solo 26 años de edad. Su futuro pasa por establecerse en el Principado y formar allí una familia, cerca de los suyos.
Como suele ser habitual en Mónaco, primero se celebra la ceremonia civil y después, la religiosa. Así, Louis y Marie decidieron hacerlo todo este fin de semana, a diferencia de Carlota y Dimitri Rassam, que lo hicieron varias semanas después y en un lugar distinto. Ellos lo han celebrado todo en Mónaco y si el viernes se casaban por lo civil, el sábado lo hicieron por la Iglesia.
Y fue en su primer enlace cuando España tuvo un gran protagonismo, o mejor dicho, la moda española. Porque Marie eligió para ese día un vestido firmado por una de las marcas nupciales patrias más famosas, Rosa Clará. De hecho, fue la propia enseña la que compartió la primera foto de los novios nada más casarse. En ella se puede ver a la feliz pareja muy elegante.
El diseño de Rosa Clará para Marie consistía en un vestido pantalón elaborado en crepe de seda y bordado con encaje en la zona de la cintura. Un traje sin mangas con un sutil escote en forma de V y una delicada espalda abierta que le sentaba espectacular y con el que la novia brilló en su boda civil. Pero aquí no queda todo. Porque aunque para la boda religiosa la novia eligió un vestido diseñado por su cuñada, Pauline Ducruet, que acaba de lanzar su propia firma de moda, para la fiesta posterior volvió a vestir de Clará.
Esta vez, Marie se puso un vestido corto de pronunciado escote confeccionado con encaje y sutiles apliques de pedrería con una sobrefalda de tul extra suave y encaje bordado. Un diseño mucho más apropiado para disfrutar de la fiesta, ya que era más atrevido. Así, la firma española ha tenido un estupendo escaparate este fin de semana, pues todos los ojos estuvieron puestos en Mónaco. Además, ya se sabe que en el Principado están algunas de las mayores fortunas del mundo, las cuales pueden haber tomado nota de los trajes de Marie para futuras bodas.
Al enlace acudieron todos los miembros de la familia Grimaldi, aunque destacó la ausencia de la princesa Charléne, la esposa del príncipe Alberto. Al menos, a la boda religiosa no acudió, aunque en las imágenes de las fiesta que se han filtrado parece que sí está. Ya se sabe que la exnadadora es alérgica a los actos públicos y ha faltado a muchos de ellos en todos los años que lleva formado parte de la familia real monegasca.
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