Bolívar sale triunfador en el cierre de la feria de la Peregrina

  • Pontevedra.- El diestro Luis Bolívar resultó el triunfador del último festejo de la feria de la Peregrina, celebrado hoy en Pontevedra, gracias a las dos orejas que paseó, mientras que Juan José Padilla también se llevó un trofeo.

Bolívar sale triunfador en el cierre de la feria de la Peregrina
Bolívar sale triunfador en el cierre de la feria de la Peregrina

Pontevedra.- El diestro Luis Bolívar resultó el triunfador del último festejo de la feria de la Peregrina, celebrado hoy en Pontevedra, gracias a las dos orejas que paseó, mientras que Juan José Padilla también se llevó un trofeo.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Victorino Martín, desiguales de presentación, encastados y de buen juego aunque con matices. Los mejores, primero y cuarto.

Juan José Padilla, palmas y oreja con petición de la segunda.

Miguel Abellán, ovación y vuelta.

Luis Bolívar, oreja y oreja.

El festejo contó con la presencia en el tendido del Ministro de Fomento, José Blanco, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo y el líder de la oposición, el popular Mariano Rajoy.

La plaza se llenó sin apreturas en tarde agradable.

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TRIUNFAL CIERRE ENTRE POLÍTICOS

Bolívar mantiene su racha triunfal en Galicia. Después del indulto ayer en La Coruña, hoy se llevó una oreja de cada toro de su lote gracias a un toreo poderoso y, por momentos, de notable estética, sobre todo en su primero, al que exprimió a la perfección de principio a fin.

Con el sexto, un toro que tendía a salir suelto de los engaños, lo metió en el canasto Bolívar llevándolo siempre muy tapado, cosido literalmente a la muleta, para extraer muletazos de muy buen corte, sobre todo por el pitón derecho. Al igual que en su anterior faena le funcionó la espada a la primera y paseó otro apéndice.

Padilla tuvo en conjunto el mejor lote. A su bravo primero lo toreó con arrebato de capote, y lo banderilleó también con facilidad y acierto. En el último tercio Padilla instrumentó una labor vibrante y muy sincera. Pero perdió el trofeo por su mala espada.

Con el cuarto mejoró aún si cabe su actuación. El "victorino", encastado y repetidor, le permitió a Padilla lucirse de principio a fin, en una labor muy animosa que llegó mucho a la gente. Esta vez paseó una oreja.

Abellán fue el único en la tarde que no "tocó pelo" a pesar de dejar retazos de toreo largo y templado en sus dos faenas, sin embargo, la sosería de su primero y la falta de tino en la suerte suprema en el quinto, lo dejó todo en nada.

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