Borau cree que el cine español caerá en una especie de "limbo" con la decisión de Bruselas

  • Zaragoza.- El cineasta José Luis Borau, ex presidente de la Academia Española de Cine, ha afirmado hoy que la decisión tomada por la UE sobre las ayudas al cine español va a suponer un "peligro muy grande" para la industria cinematográfica de este país que siempre ha sido de "cristal" y que ahora caerá en una especie de "limbo".

Borau cree que el cine español caerá en una especie de "limbo" con la decisión de Bruselas
Borau cree que el cine español caerá en una especie de "limbo" con la decisión de Bruselas

Zaragoza.- El cineasta José Luis Borau, ex presidente de la Academia Española de Cine, ha afirmado hoy que la decisión tomada por la UE sobre las ayudas al cine español va a suponer un "peligro muy grande" para la industria cinematográfica de este país que siempre ha sido de "cristal" y que ahora caerá en una especie de "limbo".

Borau, nacido en Zaragoza en 1929, ha hecho estas declaraciones a los medios de comunicación antes de participar en un homenaje que le ha ofrecido la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión (CARTV), con motivo de su 80 cumpleaños y por su larga e intensa labor dentro del cine, y que ha puesto el nombre del académico de la Lengua y presidente de la SGAE a su auditorio.

Para el director de cine, productor y guionista, este homenaje es una satisfacción y "una obligación más porque luego hay que estar a la altura".

Sobre el cine español, ha dicho que siempre está "al borde si no de la extinción, por lo menos del drama de los apuros, y ahora tendrá un parón de meses", lo que supondrá que miles de personas, no sólo actores y directores sino también técnicos, tendrán que buscarse el trabajo en otra parte.

"Tendrán que bandearse y arreglárselas como puedan, y eso es un peligro porque algunos ya no vuelven al campo cinematográfico", ha afirmado, al tiempo que ha insistido en que "nuestro cine no se puede permitir esos incidentes, esa especie de limbo en el que ahora por lo visto va a caer".

Una situación que tiene "muy asustado" a Borau porque aunque ha dicho que ya no hace películas se sigue considerando parte del cine español y sufre con estas cuestiones. "No sé lo qué ocurrirá ni cuanto durará esta especie de reserva como las de los indios, donde te confinan, y a ver cuándo sales y como", ha agregado.

El cine español lo va a seguir pasando mal por lo menos una temporada larga, según el cineasta, quien no se ha pronunciado sobre lo que puede hacer el Gobierno español, aunque ha señalado que sólo hay dos posibilidades, la de obedecer o la de no obedecer, y no cree que puedan desobedecer y que se arriesguen a prescindir de las recomendaciones de la UE.

Sobre la posibilidad de que se paralicen rodajes, ha señalado que se hubieran paralizado ya unos cuantos porque España, con algo más de 170 películas el pasado año, es el segundo país de Europa que hace más rodajes detrás de Francia y no hay mercado para tantas.

Ese es para Borau uno de los problemas graves, que la mitad de ellas no se llegan a estrenar y la mitad de la mitad se estrenan en unas circunstancias que oficialmente son estrenos, pero en su opinión no lo son realmente, porque se pasan en una ciudad pequeña o en algún pueblo grande para aspirar a los premios Goya.

En este sentido, "hablando con amargura y de una forma pesimista", ha señalado que de cien películas españolas, cincuenta no se estrenan y más de veinte se estrenan en unas "circunstancias tan malas" y "tan desairadas" que tampoco se puede decir que estén estrenadas.

Si a eso se le añade el problema con la UE, "es para echarse a temblar", ha afirmado.

Sobre la posibilidad que ha planteado el Parlamento Europeo de cortar el acceso a internet por descargas ilegales, el presidente de la SGAE ha explicado que España no se ha sumado de forma declarada pero de hecho cuando Bruselas apoya o recomienda una postura al final se acaba aceptando y ha subrayado que "por desgracia la cultura no puede ser gratis", como no lo son los colegios o el pan.

Y ha indicado que hay muchos músicos que no son Alejandro Sanz y muchas viudas que viven de los derechos que les corresponden a un autor que hace cuarenta años hizo un pasodoble, y esa gente "está condenada a pasarlo muy mal".

Según Borau, la UE, pese a la lentitud con que la que se mueve y al exceso de burocracia, a la larga acaba imponiendo sus criterios.

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