Brad Pitt "disfruta" del lado público, pero le gusta "preservar la vida privada"

  • San Sebastián.- Desde su llegada en avión privado a San Sebastián todo ha sido una locura. Carreras de fans desde el Hotel María Cristina al Kuursal persiguiendo su coche, rueda de prensa multitudinaria y él, Brad Pitt, una estrella donde las haya, ha adornado siempre con una sonrisa la perilla que luce estos días por España.

San Sebastián.- Desde su llegada en avión privado a San Sebastián todo ha sido una locura. Carreras de fans desde el Hotel María Cristina al Kuursal persiguiendo su coche, rueda de prensa multitudinaria y él, Brad Pitt, una estrella donde las haya, ha adornado siempre con una sonrisa la perilla que luce estos días por España.

Sí, su afición por la arquitectura le ha llevado a localidades como Avilés, incluso se rumorea que podría haber sido uno de los Premios Donosti del Festival de San Sebastián, pero resulta que a Brad Pitt esto de los trofeos no le va mucho, y eso que este año ha sido candidato al Óscar por "El curioso caso de Benjamin Button", de David Fincher.

Lo que esta claro es que, desde que mantiene una relación con la también actriz Angelina Jolie, con la que tiene seis hijos, todo lo que hace mueve montañas, y hoy, durante la rueda de prensa junto a Quentin Tarantino para presentar la película "Malditos bastardos", que abre la sección Perlas de Zabaltegui, ha dejado claro: "Disfruto del lado público, pero me gusta preservar mi vida privada".

Su máxima, "preservar ante todo la vida de los niños y sacar tiempo para estar con ellos", eso sí, profesionalmente dice que cuando mira "hacia atrás", cree que ha "tenido suerte" y ha realizado "una carrera interesante, unas veces con aciertos y otras no".

"Al principio todo esto de la popularidad era muy confuso y complicado, incluso me obligaba a ocultarme, ahora todo es diferente", ha añadido.

En "Malditos bastardos", escrita y dirigida por Tarantino, quien ofrece una visión sarcástica e irónica en tono de western de la Francia ocupada por la Alemania nazi, Pitt es el teniente Aldo Raine, un militar muy violento que se pone al frente de un grupo de soldados judíos, obsesionados con la venganza, a los que se les encarga acabar con el Tercer Reich.

La película tiene un reparto coral formado por Christoph Waltz, Eli Roth, Diane Kruger, Daniel Bruhl, Til Schweiger y Melanie Laurent. "Un grupo de actores a los que no conocía, pero de máxima calidad, cada uno de ellos con una especial relevancia en la historia", ha destacado el protagonista de "Thelma y Luis" o "Leyendas de pasión".

"Malditos bastardos", que llega a las salas españolas esta semana, está rodada en los míticos estudios Babelsberg de Berlín, en donde Josef von Sternberg dirigió a Marlene Dietrich en "El ángel azul" o Fritz Lang "Metrópolis", e incluso el propio Goebbels hizo sus películas.

"El rodaje -ha comentado Pitt- fue fantástico, porque el plató era como una iglesia y en la iglesia estaba Dios, que era Tarantino, y siempre, de Dios, se aprenden muchas cosas".

Y es que a lo largo de la rueda de prensa, actor y director se han estado adulando constantemente, dejando ver que entre ellos hay también una amistad.

Brad Pitt, que como productor e intérprete tiene en ejecución proyectos como "Money ball" y "La ciudad perdida de Z", ha confesado que no es un actor "metódico". "No me llevo los personajes a casa, los dejo en el plató. Eso sí, cuando acabo una película, estoy deseando encontrar una buena historia nueva", ha añadido.

"Para mí no es complicado trabajar con estrellas, quizá para el equipo pueda resultar un tanto raro", ha comentado Tarantino, quien ha señalado que con Brad Pitt "tenía la deuda pendiente de rodar juntos y encontrar un personaje. Ese personaje ha sido el teniente Raine". "Quizá volvamos a trabajar juntos en la precuela", ha bromeado.

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