Los fans de Britney Spears se han querido rebelar contra una situación que les parece de lo más injusta. La cantante sigue bajo la tutela de su padre, Jamie Spears, y el abogado de este, Andrew Wallet, desde 2008. La estrella pop espera que en el juicio se le dé la razón. Una situación que le ha llevado a no poder tomar decisiones por sí misma desde ese momento. Un conflicto que los seguidores de la cantante desean que se solucione lo antes posible, por ese motivo han comenzado a luchar en redes sociales con el hashtag #FreeBritney.
Una lucha que comenzaron hace unas semanas cuando Tess Barker y Babs Gray, dos comunicadores muy conocidos en Estados Unidos, compartieron un podcast con el título del hashtag, según recoge Europa Press.
Mereces ser libre.
— Dave VP (@davexxxin) January 22, 2020
Mereces tu vida.
Mereces vivir.
Mereces sonreír.
Mereces ser tú.
Mereces ser Britney.#FreeBritney pic.twitter.com/muO4FXA9Pb
Que iconic cuando Madonna y Britney cantaron esto #FreeBritney pic.twitter.com/H4YvV2U4nP
— PATATA (@Nacho_523) January 22, 2020
Espero que seas libre, feliz y que puedas ser tú. Te amaré siempre mi pequeña #FreeBritney pic.twitter.com/aPregmLQHe
— Juandy - La tía Nora (@latia_nora) January 22, 2020
En este se podía escuchar una conversación grabada al abogado que lleva el caso de la cantante, donde decía que Britney quería recuperar su libertad de decisión. Solo el tiempo dirá si la intérprete de 'Womanizer' puede volver a ser una mujer independiente después de ocho años enfrentada a una dura realidad.
Un 'juguete roto' de la industria discrográfica
La cantante recaía el pasado mes de abril en sus problemas mentales. Britney mostraba de nuevo lo frágil que sigue siendo tras pasar por sus peores momentos hace ya más de diez años. La cantante empezó de niña su carrera, como una de las estrellas del Club Disney, lo que le valió su primer contrato discográfico y que con solo 15 años grabase su primer CD. Su 'Baby One More Time' tuvo un éxito fulgurante y le colocó como la mayor estrella de finales de los 90 y principios del 2000.
Fue un el mayor icono de esa generación y alcanzó tal fama que pronto se vio sometida a una enorme presión por parte de todo lo que le rodeaba, pues muchos intentaron explotar al máximo su imagen. Por ello, Britney decidió romper con todo en 2004 y casarse en Las Vegas con un amigo de la infancia, Jason Allen Alexander, del que se tuvo que separar 55 horas más tarde. Este enlace ya dejó entrever los problemas que estaba atravesando la cantante, los cuales se hicieron totalmente evidentes unos años más tarde.
Al poco tiempo se casó con el bailarín Kevin Federline, empezando así una polémica relación con idas y venidas que se rompió solo dos años más tarde, cuando la pareja ya había tenido dos hijos. Ese fue el descenso a los infiernos de Britney, cuyos pasos eran seguidos por cientos de paparazzis cada día. Eso, y el consumo de alcohol y drogas, le hizo perder el control y protagonizar esa escena rapándose la cabeza delante de los fotógrafos que ha pasado a los anales de la historia.
Tuvo que ingresar en un centro psiquiátrico por un problema de bipolaridad, lo que le hizo perder la custodia de sus dos hijos y la suya propia, de la que se encargó su padre. Esos fueron sus peores momentos, de los que Britney resurgió como un ave fenix para volver a grabar nuevos éxitos unos años después. Si bien este nuevo ingreso deja claro que algo se rompió dentro de ella en esos años y que hoy en día todavía necesita ayuda para afrontar los problemas.
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