Bruce Willis se salta a la torera el cómic de Warren Ellis en “Red”

  • El director Robert Schwentke y los guionistas traicionan el espíritu de un tebeo verdaderamente desasosegante, al convertirlo en una comedia de fácil digestión
Julio Vallejo | aviondepapel.tv
Julio Vallejo | aviondepapel.tv

La industria del cine usa cualquier artimaña con tal de ganar dinero. La fiebre por las adaptaciones de tebeos les ha llevado a desnaturalizar muchas novelas gráficas para hacerlas más accesibles a un público no necesariamente fan de los comics.

Así ocurrió en las adaptaciones al cine de “Kick-Ass”, donde se aligeró, en cierta manera, la violencia que exudaban las páginas creadas por Mark Millar y John Romita Jr., o con “Wanted”, que sólo se tomaba el punto de partida de las viñetas para hacer otro espectáculo de acción más al servicio de Angelina Jolie y James McAvoy.

Un cómic brutal

Algo parecido ha sucedido con la versión cinematográfica de “Red”. El guionista Warren Ellis, el genio detrás de “Planetary”, y el dibujante Cully Hammer idearon una historia sobre un agente retirado de la CIA, que emprende una venganza contra los miembros de la organización gubernamental que intentaron liquidarle.

El cómic nos mostraba a un hombre huraño que sólo trataba de vivir en paz después de las barbaries que había tenido que cometer en nombre de Estados Unidos. Oscura y brutal, la lectura de la novela gráfica dejaba cierto regusto amargo.

Willis y amigos

En su proceso de adaptación al cine, el director Robert Schwentke y los guionistas de “Red” han endulzado la historia para convertirla en un producto que se ajuste como un guante a la presencia de Bruce Willis.

El carácter arisco del protagonista del tebeo ha sido sustituido por la simpatía del personaje que Willis encarna en la película: un amigable ex agente de la CIA que intenta rehacer su vida.

En esta ocasión, el personaje no está sólo: tiene una medio novia y un puñado de compañeros retirados a los que la agencia gubernamental quiere borrar del mapa. Así nos encontramos con que Willis cuenta con la ayuda de un enfermo terminal con los rasgos de Morgan Freeman, una ex espía con aspecto de refinada dama encarnada por Helen Mirren y un loco con la apariencia de John Malkovich.

Todos nos regalan una comedia de acción de fácil digestión que traiciona en el espíritu de un cómic verdaderamente desasosegante. Claro está, los directivos de Hollywood no han querido hacerle la pascua a un público que sólo pide evasión y nula reflexión.

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