Cantantes,un camerino y la mejor zarzuela en la última obra de Roger y Tamayo

  • Pilar Salas.

Pilar Salas.

Madrid, 27 nov.- Tres cantantes reunidos en un camerino decorado con guiños a las manías de estas estrellas. Un pequeño escenario para interpretar. Pero sobre todo, un repertorio que se pasea por lo más granado de la zarzuela. Son los ingredientes de "Zarzuelas en la Villa", bajo la dirección de Ángel Roger.

Esta inusual gala lírica escenificada, hecha para el Teatro Fernán Gómez de Madrid y que tendrá su estreno absoluto mañana, cuenta además con la dirección musical de Celsa Tamayo, que también interpretará al piano cada noche "las más brillantes romanzas y dúos del repertorio más popular de la zarzuela", han explicado hoy sus responsables en la presentación.

Un total de 22 piezas de 18 clásicos del mal llamado "género chico", como "La Gran Vía", "Luisa Fernanda", "El barberillo de Lavapiés", "Doña Francisquita", "La del manojo de rosas" o "El gato montés" se combinarán con "situaciones dramáticas y jocosas" de los artistas en su camerino, abierto por primera vez al público.

La disposición de la Sala 2 del Fernán Gómez y la escenografía diseñada al efecto permiten que los artistas puedan "cantar a la gente mirándole a los ojos", por lo que el público "lo sentirá con más energía, experimentará más sensaciones", ha referido hoy el barítono César San Martín.

Completan el elenco el también barítono Antonio Torres, los tenores Julio Morales y Miguel Borrallo, y las sopranos Mercedes Arcuri y Sandra Ferrández. Cada noche tres cantantes se turnarán en este peculiar escenario para dar vida al repertorio e interpretar conversaciones humorísticas relacionadas con su profesión.

Como la que reúne a la argentina Mercedes Arcuri, a Borrallo y a San Martín para criticar los "caprichos" de los directores de escena a los que se ven sometidos los cantantes líricos, obligados a interpretar un aria en posiciones inverosímiles. Los mismos cantantes han contribuido a trufar con sus anécdotas el libreto.

El repertorio, ha dicho Celsa Tamayo, es "inusual": "Piezas muy conocidas, otras que dan un ritmo diverso al espectáculo y algunas más que no son tan conocidas, para que el público entienda hasta dónde puede llegar la zarzuela".

Y es que el principal objetivo de "Zarzuela en la Villa" es reivindicar un género lírico que suele ser más reconocido en el extranjero que en su país de origen, y acercarlo a generaciones que, como las de estos cantantes, nunca han podido disfrutar en directo de su época de esplendor a cargo de grandes compañías.

"Los americanos defienden el 'music hall', los vieneses la opereta, nosotros tenemos la obligación de hacerlo con la zarzuela", ha reivindicado Tamayo, frente a tiempos en los que se tildó a sus intérpretes de "zarzueleros".

En esta lucha se han unido los reconocidos miembros del elenco bajo la batuta dramatúrgica de Roger, que ha diseñado el repertorio pensando en lo que le gustaría a su madre, pero también a su sobrino, para acercar la zarzuela a los más jóvenes, "dando un salto mortal" que emula al de José Tamayo "con sus antologías de los cincuenta". Su sobrina Celsa se suma a este reto de "quitarle caspa" al género.

Para ello se ha diseñado una obra en clave de "metateatro". El camerino que los intérpretes líricos abren al público está preñado de tópicos: "El tenor con sus estampas de santos y sus medicamentos por miedo a no llegar al agudo; la soprano que aspira a ser la gran diva con perfumes y flores; fotos de Manolete e Iniesta para el barítono que busca acostarse con la soprano".

Así lo describe Roger, director de la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid y director de escena, entre otros, del espectáculo musical "Calipso", que inauguró con éxito de crítica y público el Festival de Teatro Clásico de Mérida en 2006.

Tan solo unos pasos hacia el público se sitúa el escenario por el que los cantantes repasarán hasta el 30 de diciembre las obras de Chueca y Valverde, Moreno Torralba, Barbieri, Vives o Penella Moreno. Todo ello en defensa de un género que ya han reivindicado Alfredo Kraus, Plácido Domingo, Montserrat Caballé o Carlos Álvarez, fuera y dentro de nuestras fronteras.

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