Las mejores caricaturas del teatro protagonizan 'Retratos en blanco y negro'

  • Madrid, 16 feb (EFE).- La caricatura, utilizada tradicionalmente para satirizar personajes, es la protagonista de 'Retratos en blanco y negro', de Jesús Rubio Jiménez, quien ha reunido en este libro alrededor de un millar de ilustraciones de este tipo relacionadas exclusivamente con el mundo del teatro entre 1939 y 1965.

Madrid, 16 feb (EFE).- La caricatura, utilizada tradicionalmente para satirizar personajes, es la protagonista de "Retratos en blanco y negro", de Jesús Rubio Jiménez, quien ha reunido en este libro alrededor de un millar de ilustraciones de este tipo relacionadas exclusivamente con el mundo del teatro entre 1939 y 1965.

Con el sobretítulo de "La caricatura de teatro en la prensa", esta obra trasciende lo puramente documental: no sólo se trata de un compendio de las mejores caricaturas de personajes que han pasado por las tablas de los teatros españoles, sino que además, en sus páginas, Rubio Jiménez ha realizado un exhaustivo -y ameno- análisis histórico de estos retratos.

"El libro no está dirigido a un público concreto, es apto tanto para la gente que se acerque a la colección con ánimo de hacer un estudio minucioso, como para aquellos curiosos que quieran saber cómo se caricaturizaba a Lola Flores, Conchita Piquer o a Fernando Fernán Gómez", ha explicado el autor a Efe.

Con la colaboración de Lola Puebla -quien ha realizado el trabajo documental- Rubio Jiménez ha querido recoger en esta obra una "pequeña" muestra de la colección total de caricaturas -unas quince mil- que el Centro de Documentación Teatral tiene en sus archivos.

Además, el autor pretende dejar patente que la revolución de la imagen comenzó mucho antes de lo que se suele pensar. De hecho, en el caso de España, la creación de la caricatura moderna se remonta nada menos que al siglo XIX, tiempo en el que Goya ya realizó este tipo de ilustraciones.

"La caricatura de teatro no surge de repente después de la Guerra Civil, aunque el libro comience en 1939 existe una larga tradición de imágenes cuyo desarrollo es paralelo a lo que conocemos como modernidad", explica Jiménez.

Este es el motivo por el que la obra comienza hablando del pintor aragonés: el Goya dibujante, el caricaturista, al que en toda Europa, especialmente en Francia, se consideraba un maestro del dibujo satírico.

"Planteo la cuestión de la herencia de Goya en los dibujantes del siglo XIX para explorar de dónde viene la tradición de la caricatura aplicada al teatro", comenta el autor, quien precisa que, a lo largo de varias décadas, la caricatura se ha asociado a la "imagen social del artista".

Además de ser una representación en sí misma, y por lo tanto ya poseer un valor artístico propio, la ilustración satírica tiene, para Jiménez, otra función muy importante: "la sociabilidad o todo lo que gira en torno a las diversiones públicas y el ocio".

Así, en "Retratos en blanco y negro", el lector puede encontrarse con caricaturas que retratan desde famosos literatos como Ramón de Valle-Inclán, Pío Baroja, Jacinto Benavente o Joaquín Calvo-Sotelo, hasta a intérpretes como Paco Martínez Soria, Nati Mistral, Margarita Xirgu o José Isbert.

Pero este libro es ante todo un homenaje a los grandes dibujantes, "los grandes olvidados", subraya Jiménez, aquellos que "trabajaron por dejar constancia gráfica de aquel mundo", como Fresno, Bon, Sileno, Abín o Ugalde.

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