Carlos de Inglaterra quiere a su hermano Andrés sin deberes reales de por vida

  • El heredero a la corona británica no quiere que su hermano vuelva a tener cargos institucionales tras su 'dimisión'.
Andrés de Inglaterra
Andrés de Inglaterra

La vida del príncipe Andrés ha dado un giro de 360º grados en apenas unos días, un vuelco tan brusco que ahora se ve sus peores momentos. El hijo de la Reina Isabel dimitió la pasada semana de sus funciones públicas acosado por el escándalo Epstein, según el cual podría haber mantenido relaciones sexuales con varias mujeres cuando eran menores de edad, las cuales habrían sido obligadas por el fallecido millonario americano a participar en una red de explotación sexual, según han denunciado. La cantidad de pruebas que hay en su contra obligaron a la Casa Real a empujarle a tomar esa decisión.

Y parece ser que podría ser para siempre, si depende de su hermano mayor, el príncipe Carlos. El heredero a la corona británica no querría que el duque de York vuelva a tener deberes reales nunca más, según avanzan los medios ingleses. Algo que a buen seguro se cumplirá de ser así, pues el será el monarca de Reino Unido en unos años. De hecho, la decisión de que Andrés se alejara de la vida pública la tomaron él y su madre.

Igualmente, el príncipe William, el segundo en la línea de sucesión, estaría de acuerdo con ello, por lo que todas las puertas de la familia real se estarían cerrando para Andrés, que ahora mismo está totalmente desahuciado y es persona 'non grata' en Inglaterra. De hecho, ha tenido que abandonar todas sus iniciativas caritativas, según se reveló este domingo.

Carlos de Inglaterra vuelve de su viaje de estado a Nueva Zelanda este lunes, lo que podría dar lugar a un encuentro entre los hermanos y un posible enfrentamiento, porque el príncipe de Gales no aprueba la entrevista que dio Andrés en la BBC hace una semana y que provocó todo un huracán en Reino Unido. 

La imagen del duque de York está totalmente denostada y los británicos creen que han dañado a la familia real. Algo que su hermano no estaría dispuesto a perdonarle. Y suena paradójico, porque con él sucedió algo similar -o peor- cuando su exmujer, Lady Di, confesó su aventura extramatrimonial con Camilla Parker, su ahora esposa.

En cualquier caso, el príncipe Andrés está totalmente fuera de los Windsor. Hasta el punto de que la celebración oficial de su 60º cumpleaños el próximo mes de febrero en el palacio de Buckingham se ha cancelado. Todas las personas que habían sido invitadas -militares que compartieron años con él en la Marina, personalidades públicas y las empresas que patrocinaban sus iniciativas benéficas- le han ido dando la espalda en las últimas semanas.

Al menos 23 organizaciones lo han abandonado en estos días, incluidos incluidos el English National Ballet, la Royal Philharmonic Orchestra y el Outward Bound Trust. Importantes entidades que no quieren tener nada que ver con él caído en desgracia duque de York. Y no solo eso, también se verá despojado de sus oficinas en Buckingham; tendrá que buscarse un lugar nuevo para trabajar, si es que puede.

Por ahora, Andrés de Inglaterra seguirá trabajando en su iniciativa comercial llamada Picht Palace, pero sin ningún sostén público ni de entidades privadas. Y fuera del palacio real. No tendrá ningún amparo a partir de ahora y tendrá que reflotar su vida él solo. Para muchos está acabado para siempre y parece que su familia, concretamente su hermano y su sobrino, le ha cerrado definitivamente las puertas.

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