Carlos Montero reflexiona sobre la adolescencia en su primera novela

  • Eduardo Bielsa.

Eduardo Bielsa.

Madrid, 6 sep.- La repercusión que una serie de televisión puede tener en el comportamiento de unos adolescentes y la paternidad son los dos universos en los que ahonda Carlos Montero en su primera novela, "Los tatuajes no se borran con láser".

"Había muchas cosas en la serie que no había podido contar y creo que la novela era más proclive para todo", ha explicado a Efe el que fuera guionista de las tres primeras temporadas de "Física o Química".

Una fiesta sin control es el punto de partida para "Los tatuajes no se borran con láser", en la que diversos personajes, entre los que destacan Petra y Pablo, que comienzan a enfrentarse a los problemas adolescentes de su hija Asia, entrelazarán sus vidas.

Pese a que se enfrentó al miedo de la página en blanco, Montero ha destacado que escribir una novela ha sido una de sus metas desde que abandonara la serie "Física o Química".

"Es un sueño que yo creo que tenemos todos los que escribimos", ha señalado Montero, que recientemente colaboró en la adaptación televisiva de "El tiempo entre costuras", de María Dueñas.

Montero, conocedor del mundo adolescente, ha querido con la historia de "Los tatuajes no se borran con láser", abrir una puerta más allá y hablar sobre la paternidad en relación con las nuevas tecnologías "sin el objetivo de plantear ninguna solución".

"Creo que es un mundo que les da miedo (a los padres) porque es casi inabarcable", ha resaltado el guionista gallego en relación a los quebraderos de cabeza que llevarán a Petra y Pablo a husmear en el ordenador de su hija Asia, que desde hace algún tiempo parece haber encontrado en su amiga Nerea a una compañera de aventuras adultas.

En ellas, se verán inmersos también otros de los personajes, como Mauro, del que Asia está perdidamente enamorada, o Sergi, un joven que oculta su homosexualidad y vivirá una historia cruzada con Quique, creador de "Tabula rasa", la serie televisiva modelo para los adolescentes.

"Escribo de manera directa y bruta en ocasiones", ha aclarado Montero aludiendo a las tramas que desarrolla el libro relacionadas con las drogas, la amistad y el sexo.

De entre todos los personajes de esta historia coral, su creador se decanta por Quique, al que califica como su "álter ego caótico y exagerado"; Petra, por intentar convertirse en "una madre que quiere ser amiga de su hija"; y Sergi, por ser "el más humano de todos".

"Es una novela en la que (el lector puede) sentirse agusto con todos los personajes", ha dicho Montero, que ha añadido la importancia de los tres universos, en los que se mezclan adolescentes, padres y la ficción "Tabula rasa".

Montero, que ha definido a "Los tatuajes no se borran con láser" como una trama "bastante realista aunque parezca disparatada", ha animado a todos los admiradores de "Física o Química" a apuntarse a su lectura, además de a todo el público adulto, por la problemática de ejercer la paternidad con hijos adolescentes.

"Estoy pensando ideas para una siguiente novela", ha adelantado Montero, quien no oculta sus "deseos de volver a la televisión con una nueva serie".

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