Nació en 1957

Carolina de Mónaco cumple 63 años en una de las etapas más felices de su vida

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Carolina de Mónaco cumple, hoy, 63 años. No se puede decir que su vida hasta el momento haya sido un remanso de paz. Más bien al contrario. La princesa ha vivido experiencias de todos los colores. Desde las más felices, que tienen que ver con los nacimientos de sus cuatro hijos; hasta las más tristes, con la muerte del que fue el amor de su vida. Sin embargo, una y otra vez ha ido superando los contratiempos y viviendo con pasión las alegrías que le da la vida. Actualmente, rodeada de sus nietos, la princesa vive una de las etapas más dichosas de su vida

Un 23 de enero de 1957 llegaba al mundo Carolina Luisa Margarita Grimaldi Kelly. Primogénita de Reiniero y Grace Kelly, la princesa creció junto a sus hermanos al calor del hogar que construyeron sus padres, que siempre intentaron mantener a sus hijos a salvo del foco mediático. Ya en su adolescencia, fue una joven algo rebelde. Sin ser protagonista de ningún gran escándalo, su nombre y sus fotografías -casi- siempre estuvieron en las portadas de las revistas

Carolina de Mónaco se ha casado hasta en tres ocasiones. La primera destacó por su fugacidad. Fue con Phillipe Junot, un rico francés, y duró apenas dos años. Famoso por su pasado Play Boy, la relación entre ambos se acabó cuando él le fue infiel con la modelo brasileña Gianina Facio. La dicha en el terreno sentimental le llegaría, a la princesa, un tiempo más tarde

Sería en 1983, cuando conoció a Stefano Casiraghi. No obstante, un año antes, tubo lugar una de las pérdidas que más conmocionó a toda la familia: la de su madre, Grace Kelly. Carolina tubo que ejercer de soporte emocional para su padre y sus hermanas, pero, en efecto, ese buen hacer tubo premio. La boda con Casiraghi llegó solo seis meses después de haberse conocido, con ella ya embarazada. Fueron los años más felices de la vida de la princesa y de su relación con el italiano nacieron sus hijos Andrea, Pierre y Carlota.

Cuando más feliz era la vida de la princesa, la mala suerte volvió a cebarse con ella. El amor de su vida murió en 1990 mientras competía en una prueba de off-shore, un deporte en el que Casiraghi era campeón del mundo. Carolina quedó desolada y en ese caso fue ella quien tubo que recurrir a su familia para no desmoronarse por completo. 

Más tarde conoció a Vicent Lindon con el que mantuvo una relación que nunca se hizo oficial. En 2005, moriría su padre, Rainiero. Una malísima noticia que, sin embargo, sirvió para unir más a Carolina con su hermana Estefanía. Unos años antes, tras finalizar sus encuentros con Lindon, Carolina sorprendió con otra boda. Se casó con Ernesto de Hannover en 1999, aunque decidieron separarse al cabo de un tiempo. 

Admirada y querida por sus hijos y nietos, la vida más reciente de Carolina se cuenta a través de experiencias felices. Una de las últimas ha sido la vivida en la boda de su hija Carlota Casiraghi, que homenajeó a su madre al lucir un vestido muy similar al que su madre había llevado en la ceremonia de su primer matrimonio

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