Kim Kardashian está de estreno. Bueno, realmente lo está todos los días, puesto que tiene un armario repleto de ropa, complementos y joyas por doquier. Pero en este caso es todavía más importante, porque ya tiene lista su mansión en Hollywood, la cual le costó 15 millones de dólares (13,6 millones de euros) y que ha estado reformando nada menos que cinco años.
De este modo, la también empresaria y su esposo, Kanye West, se han asegurado de que la casa está plenamente a su gusto. Han estado supervisando las obras en esta casa en la urbanización de Hidden Hills durante media década, y ahora presumen de ella, tal y como hemos visto en la exclusiva que dieron hace unas semanas a la edición americana de 'Vogue'.
Aunque la familia ha residido en ella desde 2017, conviviendo con los últimos retoques, ahora ya está plenamente acondicionada. Y, como era de esperar, con los mejores lujos. Esta casa, de un total de ocho dormitorios y diez baños, perteneció anteriormente a Lisa Marie Preysley, la hija de 'El Rey'.
Ahora también cuenta con una piscina gigante y una cancha de baloncesto. Además, los West-Kardashian han levantado otra construcción en el terreno que alberga un cine, un estudio de música, una peluquería y un spa. En el caso concreto de la piscina, el rapero quería construir directamente un lago, algo que no ha sido posible finalmente.
La casa tiene enormes ventanales, por lo que la luz está totalmente asegurada. Como confesó Kim, ha sido West el que se ha ocupado de la decoración, de una forma muy minimalista con los tonos beige y blanco como protagonistas. Ahora, toda la familia puede disfrutar plenamente de la que se puede considerar la casa de sus sueños.
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