Casillas deja a Sara durante unas horas para apoyar a su equipo en Portugal

Duros momentos para Iker Casillas. El guardameta, que todavía no se ha recuperado del infarto de miocardio que sufrió hace menos de un mes cuando estaba entrenando, ha vivido su peor semana ante la operación a la que ha tenido que someterse su mujer, la periodista Sara Carbonero, para extirparle un tumor maligno en un ovario. La propia Sara fue la que dio la noticia el pasado martes, conmocionando a toda España.

Fue ese mismo día cuando tuvo lugar la intervención, en la Clínica Ruber Internacional de Madrid, donde todavía permanece ingresada. El parte médico facilitado a los medios indicaba que la operación había sido un éxito y que Sara sería dada de alta en los próximos días, si bien este fin de semana lo ha tenido que pasar en el hospital, lo que ha hecho que Iker haya tenido que dejarla durante unas horas.

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Este sábado, el equipo del portero, el FC Porto, disputaba un importante partido, el de la final de la Copa de Portugal, ante uno de sus grandes rivales, el Sporting de Lisboa. Por ello, Iker se desplazó hasta la capital lusa para dar ánimos a sus compañeros, pues ellos están en todo momento apoyándolo en este trance que está viviendo. El equipo entero se ha volcado con Casillas y el de Móstoles quiso devolverles el cariño con esta visita sorpresa.

Así, este sábado estuvo sentado en las gradas del estadio Nacional de Oeiras como un hincha más, ataviado con la ropa de calle del equipo. La emoción estaba a flor de piel hasta el punto que Iker rompió a llorar cuando su compañero Tiquinho Soares marcó el primer gol del encuentro, pues para celebrarlo sacó una camiseta del portero.

Pero, tristemente, el Porto no pudo hacerse con la victoria, pues el partido llegó a la tanda de penaltis y en los disparos se impuso el Sporting de Lisboa, llevándose la Copa. De este modo, el club no pudo dedicar la victoria al guardameta, que está pasando sus peores momentos personales. 

Es posible que Sara abandone el hospital ya esta semana. Ahora, la periodista afronta unos meses de recuperación con tratamiento para erradicar por completo la enfermedad, tal y como indicaron los médicos. Un proceso que ya ha anunciado que quiere llevar en la más estricta intimidad.