Cavaco considera una "polémica estéril" su ausencia del funeral de Saramago

  • Lisboa.- El jefe de Estado portugués, el conservador Aníbal Cavaco Silva, considera una "polémica estéril" los comentarios sobre su ausencia en las honras fúnebres de José Saramago, celebradas hoy en la capital lusa.

Portugal y España tributan un último y emocionado adiós a Saramago
Portugal y España tributan un último y emocionado adiós a Saramago

Lisboa.- El jefe de Estado portugués, el conservador Aníbal Cavaco Silva, considera una "polémica estéril" los comentarios sobre su ausencia en las honras fúnebres de José Saramago, celebradas hoy en la capital lusa.

El presidente, que pasa unos días de vacaciones con su familia en el archipiélago portugués de las Azores, declaró a los periodistas que, en relación al Nobel cuya muerte lamentó el viernes en un comunicado oficial, ha hecho "lo que un jefe de Estado debe hacer".

Eso es "diferente de lo que deben hacer los amigos o los conocidos", agregó Cavaco al señalar que nunca tuvo "el privilegio" de conocer o encontrarse con Saramago.

El dirigente conservador subrayó que, como jefe del Estado, ya había enviado la nota oficial en la que rindió homenaje al escritor, fallecido el viernes en España y repatriado al día siguiente en un avión militar enviado por el Gobierno socialista de José Sócrates.

El primer ministro, junto a otras muchas autoridades e intelectuales así como la vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, asistió a los actos en memoria del escritor celebrados hoy en el Ayuntamiento de Lisboa, donde miles de personas acudieron a la capilla ardiente con los restos del Nobel.

Cavaco recordó que en la nota oficial resaltaba la contribución de Saramago a la proyección de la cultura portuguesa en el mundo, que envió una corona de flores a la ceremonia, así como un representante de la jefatura del Estado, y que promulgó también el decreto gubernamental que declaró dos días de luto nacional por la muerte del escritor.

Pero señaló que se había comprometido a pasar con sus hijos y nietos estos días de vacaciones y para él es muy importante la palabra dada.

Cavaco no quiso pronunciarse sobra la posibilidad de que las cenizas de Saramago, que fue incinerado hoy, reposen en el Panteón Nacional de Portugal, donde hay antiguos gobernantes y personalidades de la Historia lusa junto a figuras como la fadista Amalia Rodrigues, e indicó que esa es una materia que corresponde decidir al Parlamento.

El alcalde de Lisboa, Antonio Costa manifestó en las honras fúnebres que las cenizas del único Nóbel portugués se quedarán en Lisboa y fuentes de la familia de Saramago dijeron a Efe que todavía no se ha decidido el lugar exacto donde reposarán.

Los medios lusos destacaron hoy la ausencia en esa ceremonia del jefe del Estado y del actual presidente de su Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha) y líder de la oposición, Pedro Passos Coelho.

El católico Cavaco era primer ministro de Portugal (1985-1995) cuando se produjo en 1992 una gran polémica por la obra "El evangelio según Jesucristo" de Saramago, que llevó al escritor a trasladar su residencia a España.

Un funcionario gubernamental veto la obra, muy criticada por la Iglesia Católica, como candidata de Portugal a un premio europeo, lo que motivo que Saramago se fuera a vivir a la isla española de Lanzarote, en la que murió el viernes.

El Nobel regresó después con frecuencia a su país y pasó largas temporadas en sus residencias de Portugal tras aquel incidente, al que varios políticos y autoridades lusas restaron importancia estos días al subrayar que en su país siempre se apreció a Saramago y que él nunca se sintió alejado de su patria.

Los restos mortales del escritor fueron incinerados hoy en una emotiva ceremonia en el cementerio del Alto de San Juan de la capital lusa a la que asistieron familiares, amigos, intelectuales, autoridades y miles de personas que aplaudieron el paso del cortejo fúnebre y le arrojaron claveles rojos.

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