Cayetano Martínez de Irujo confiesa que sufrió maltrato por parte de una niñera

No es oro todo lo que reluce y el hecho de haber nacido en una de las familias más importantes y acaudaladas de España no hizo que su infancia fuera más fácil. Al revés. Así lo ha revelado Cayetano Martínez de Irujo en el programa 'Lazos de sangre' de TVE, donde contó por primera vez que sufrió maltrato por parte de una de sus 'nannies' cuando era pequeño.

Según contó entre lágrimas el duque de Arjona y conde de Salvatierra, cuando era pequeño, una de sus niñeras le daba unas tremendas palizas que lo dejaron marcado. De hecho, reconoció que le "inflaban a tortas". Así, el trauma que le quedó de esos malostratos hizo que tuviera que acudir incluso a terapia durante muchos años para poder superarlo.

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"He ido a todas las terapias que he tenido que hacer. Haces camino al andar. A lo largo de mi vida caía en agujeros. Y llegó un momento en que pensé: lo tengo que resolver", confesó ante las cámaras. Estos hechos le dejaron tan marcado que llegaron a determinar su relación con las mujeres una vez que creció. 

Por ello, se dijo que tenía que solucionar ese problema, pues no le dejaba valorar a las mujeres como merecían por su miedo a las 'nannies'. Algo que logró con el tiempo y le ha permitido llevar una feliz relación sentimental con la joven Bárbara Mirjan. 

Pero eso no fue lo único que contó en el programa. También narró algunas anécdotas de lo que era la vida con su madre, la duquesa de Alba, la cual se comportaba como "una emperatriz". "Mi padre era normal. Nos daba un beso, nos hablaba. Era una figura diferente y más humana que mi madre", reconoció añadiendo que Cayetana de Alba les daba todos los días las instrucciones de lo que tenían que hacer. Según su hijo, era más fría porque había sido hija única y criada de forma muy dura por el duque de Alba.

Por eso le afectó tanto la muerte de su padre, Luis Martínez de Irujo, a los 52 años por una leucemia. Cayetano confesó que la duquesa nunca les habló de la enfermedad que sufría. Por ello, Cayetano no entendió en principio lo que sucedía y se sintió muy abandonado, pues se quedaba solo con la niñera que le pegaba.