El cerebro de un bilingüe puede prever el idioma en el que hablará su interlocutor

El cerebro de un bilingüe puede prever el idioma en el que hablará su interlocutor
El cerebro de un bilingüe puede prever el idioma en el que hablará su interlocutor
EUROPA PRESS
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El estudio, realizado por el centro vasco de investigación Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL), ha demostrado que las personas que hablan dos lenguas son capaces de "activar" en su cerebro el idioma adecuado antes de recibir ninguna señal lingüística, solo con ver la cara de quien tienen en frente.

"Estas conclusiones son muy importantes a nivel teórico, porque a diferencia de la mayoría de los estudios anteriores hemos tomado en consideración estímulos no lingüísticos, y hemos visto que existe una interacción muy importante entre la activación del lenguaje en nuestro cerebro y la percepción visual", valora la investigadora del BCBL Clara Martin, responsable del estudio.

Esta investigación, publicada en la revista científica 'Scientific Reports', ha demostrado que una información no lingüística como la percepción visual del entorno juega un importante papel en el breve instante previo a la activación de una lengua. Esta activación previa se produce antes de que le comiencen a hablar, lo cual agiliza la comprensión y favorece por tanto la eficiencia de la comunicación.

En definitiva, eso le permite prepararse para oír una lengua cuando ve a un conocido que relaciona con una única lengua; sin embargo, esta preparación no es posible ante un conocido que emplea ambos idiomas de manera impredecible.

Los próximos pasos de esta línea de investigación pasan por observar qué sucede en el cerebro de los bilingües cuando son ellos quienes comienzan una conversación, en vez de los receptores de un mensaje oral. Es decir, estudiará qué sucede en el cerebro de un hablante de dos lenguas en la breve ventana temporal en la que debe escoger en qué idioma debe dirigirse a otra persona.

ESTÍMULOS NO LINGÜÍSTICOS

El resultado se ha observado en personas que habían tenido un contacto inicial con sus interlocutores. El estudio ha observado a una treintena de bilingües castellano-euskera. El estudio estaba dividido en dos fases, en la primera se mostraban a los participantes seis videos en los que aparecían otros tantos hablantes: dos se expresaban en euskera, dos en castellano y otros dos lo hacían en ambas lenguas. Cuando los participantes ya estaban familiarizados con estas personas se pasaba a la segunda fase.

En ella se les mostraban vídeos de los mismos hablantes, pero en esta etapa los investigadores analizaron la actividad eléctrica del cerebro de los participantes a través de electroencefalogramas y observaron la preparación mental que ocurre entre la visión de la cara del hablante y el inicio de la escucha.

Los resultados indican que la actividad cerebral de los voluntarios variaba en función de si aparecía ante ellos una cara que asociaban con un hablante monolingüe o con uno bilingüe. Se considera que, ante los hablantes monolingües, los participantes activaban el idioma en el que preveían que les iban a hablar. Sin embargo, ante los hablantes bilingües no activaban ningún idioma hasta que estos comenzaban a hablar, porque no podían predecir si se iban a expresar en euskera o castellano.

"A diferencia de la mayoría de los estudios anteriores, hemos tomado en consideración estímulos no lingüísticos. (...) Las personas que hablan dos lenguas se basan en indicios visuales para estar preparadas antes de que les empiecen a hablar, lo cual les permite procesar más rápidamente aquello que les dicen", explica.

Además, este estudio supone un primer paso en el análisis del procesamiento del lenguaje de manera más "realista": habitualmente este tipo de investigaciones se han llevado a cabo utilizando estímulos como palabras escritas o combinaciones de colores y sonidos.

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